Elda recobra hoy la normalidad. Los trajes de calle vuelven a sustuir a los atuendos festeros que han llenado de colorido y vistosidad la ciudad estos días y toca recobrar la actividad cotidiana. Han sido, sin embargo, cinco días de fiesta por todo lo alto de cuyos recuerdos muchos eldenses, con seguridad, se "alimentarán" en los próximos días, semanas e incluso meses llegada la hora de afrontar la rutina diaria. Terminada la fiesta, es hora de hacer balance.

El presidente de la Junta Central de Comparsas de Moros y Cristianos, Antonio Martínez, expresaba ayer su satisfacción por el buen desarrollo de las fiestas en todos los aspectos. "Salvando la incidencia de la lluvia el viernes que nos obligó a retrasar el Desfile Infantil, todo ha ido sobre ruedas y, aún así, se pudo solucionar sin mayores problemas y los pequeños pudieron tener su desfile, de principio a fin, con el mayor de los lucimientos, y según lo previsto", destacó Martínez, que aludió asimismo el éxito de participación que, pese a la crisis, ha superado, según afirmó, ligeramente a la del año pasado, con más de seis mil festeros. "El balance es altamente positivo, todos los actos se han desarrollado con normalidad y puntualidad, y la participación ha sido muy buena, así que no se puede pedir más", afirmó el presidente de la Junta Central de Moros y Cristianos.

En la misma línea se pronunció la alcaldesa, Adela Pedrosa, que destacó anoche, tras el fin de fiesta, la "brillantez" de los festejos y la ausencia de incidentes y expresó, en este sentido, su enhorabuena a todos los que han contribuido al buen desarrollo de cada una de las jornadas festeras.

Por su parte, el concejal de Fiestas, Francisco Muñoz, subrayó que "un año más se han cumplido todas las expectativas y las fiestas de Moros y Cristianos han sido brillantes".