Los edificios más históricos y emblemáticos de la Colonia de Santa Eulalia van cayendo uno tras otro por el paso del tiempo, el deterioro y el abandono. Primero se derrumbó el Teatro Cervantes. Le siguió parte de la bodega y varios almacenes, y ahora le ha tocado el turno al tejado de la antigua fábrica de alcoholes La Unión, donde hasta el año 1936 se destiló el coñac Santa Eulalia, uno de los licores más apreciados de la España anterior a la Guerra Civil.

La alcoholera de esta pedanía situada entre los términos de Sax y Villena se comenzó a construir a finales del siglo XIX dando forma a un edificio de amplios muros y gran altura que se erige dominante sobre la plaza de la ermita. Su chimenea cuadrangular, adosada a la antigua bodega de la ciudadela, le confiere un aspecto peculiar que ahora está amenazado por la inminente ruina. Las últimas lluvias se han encargado de acelerar el hundimiento de la mal conservada cubierta, que se ha precipitado sobre el interior sin causar heridos pero dando un gran susto a los vecinos de las viviendas cercanas.

La Policía Local de Sax ha acordonado la zona con cintas de protección mientras los técnicos municipales han elaborado un informe de urgencia sobre los daños tras inspeccionar toda la estructura. Este primer estudio ha permitido detectar inestabilidad en las gruesas paredes que dan a la plaza de la ermita y a la calle de Salinas. Una circunstancia que ha obligado a establecer un perímetro de seguridad para prohibir el paso de personas y vehículos con el fin de evitar posibles accidentes. Medida preventiva que también podría afectar al rodaje de la serie de televisión L' Alqueria Blanca dado que la mayor parte de sus escenas exteriores se suelen grabar en las inmediaciones de la antigua fábrica de alcohol.

El concejal de Urbanismo de Sax lamentaba ayer el avanzado proceso de degradación que sufre La Colonia, un conjunto patrimonial de gran valor histórico, artístico y cultural que lleva camino de desaparecer en pocos años si nadie lo remedia. "Desde el Ayuntamiento estamos estudiando todas las fórmulas administrativas y legales a nuestro alcance para obligar a los dueños a reparar los daños, reforzar los tejados, apuntalar los muros y garantizar un correcto mantenimiento de todo el conjunto arquitectónico", explicó ayer Alberto Senabre. No es en cualquier caso tarea fácil dado que la legitima propiedad de La Colonia se lleva dirimiendo en los tribunales desde hace más de 20 años con una compleja maraña de reclamaciones judiciales y patrimoniales, derechos de sucesión, hipotecas, denuncias, recursos, apelaciones y subastas.

Los Condes

Este pintoresco enclave bañado por el Vinalopó lo mandó construir Antonio de Padua y Saavedra, conde de Alcudia y Gestalgar, y su esposa María Avial Peñas, vizcondesa de Alcira. Lo hicieron en sociedad con el adinerado Mariano Roncali, al amparo de la Ley de Colonias y siguiendo los cánones del socialismo utópico de Cataluña. En 1887 fue declarada Colonia Agrícola de Primera Clase y gozó de años de gran apogeo en el cultivo de sus 138 hectáreas de vid, olivo y almendro. Sin embargo ahora se halla en plena decadencia y la mayor parte de sus edificios sufren un estado de deterioro que nada tiene que ver con su modélico origen y esplendoroso pasado.