Las estructuras fortificadas de lo que podría ser el tercer castillo de Aspe han aparecido en la intervención arqueológica realizada de forma previa a la ejecución de las obras de prolongación de una nueva avenida. Un vial que estaba previsto construir junto al río Tarafa y el puente de El Baño. Seis de los ocho sondeos llevados a cabo por el equipo de arqueólogos contratado por el Ayuntamiento han resultado positivos al localizar los restos de una torre circular junto al cauce. Una torre de gruesos muros unida a un sistema defensivo que incluye un cubo circular y una serie de estructuras de tapial de planta rectangular. Un conjunto que data de los siglos XIV y XV, en plena etapa Bajo Medieval cristiana, y que se encuentra ubicado precisamente en el barrio del Castillo de Aspe. Topónimo al que los investigadores otorgan una significativa relevancia. En cualquier caso, tal y como ayer puntualizó María Berná, directora del Museo Histórico, todavía hay más hipótesis abiertas dado que la excavación no ha culminado y la investigación sigue en marcha. Otras de las opciones que barajan los expertos es que se trate de una pequeña atalaya defensiva, una obra hidráulica de origen medieval o, incluso, un molino de la misma época.

A escasos metros también han aparecido en buenas condiciones de conservación las estructuras de dos viviendas de época Almohade, del siglo XII concretamente, donde se puede apreciar el pavimento de ladrillos, una pequeña canaleta interior que haría las funciones de desagüe y fragmentos de tejas. En otro sondeo cercano los expertos de Arpa Patrimonio han dado con vestigios de un horno y del muro de otra casa. La mayor parte de los trozos de cerámica localizados en la intervención son islámicos aunque se está restaurando una placa metálica y un cascabel aparecidos junto a la fortaleza.