Camisas a tres euros, zapatos y zapatillas a cinco euros, chaquetas a cuatro euros, cinturones a dos euros, seis pares de calcetines a cinco euros, tangas a cincuenta céntimos... Los comerciantes del mercadillo eldense de Santa Bárbara están ajustando al máximo los precios de sus productos pero, según afirman, "ni así se vende". Y es que, pese que sus precios tradicionalmente bajos permitieron al mercadillo mantenerse a flote en los inicios de la recesión del consumo, la crisis ya no está dando tregua a los comerciantes de Santa Bárbara. El año pasado ya fue malo, pero todos coinciden en que 2010 está siendo "mucho peor" y ya se preparan para afrontar un mes de marzo que prevén "especialmente flojo". Ayer, primer día de mercadillo del mes, el bullicio y el trasiego de gente no se tradujo, ni de lejos, en un alivio para la facturación, según coincidiían en manifestar los comerciantes.

"Gente recorriendo el mercadillo hay mucha, pero sobre todo miran. A la hora de comprar, se lo piensan mucho, pese a que los precios ya no pueden ser más bajos", comenta María Victoria, comerciante de pijamas y ropa interior. En su puesto, se pueden encontrar, como en otros muchos, pijamas y sujetadores a tres euros y tangas a 50 céntimos, "pero ni así se vende", asegura. En el último año, María Victoria, igual que ha hecho la gran mayoría de los comerciantes, se ha visto obligada a ajustar los precios hasta un 50% para intentar impulsar las ventas, "pero tampoco está sirviendo de mucho, porque no se vende más, y llega un momento que no te queda ningún margen de beneficio, porque hay que pagar la mercancía y los impuestos. Las ventas ahora mismo no dan ni para cubrir gastos", dice.

La misma situación comparte Ghizlan, desde su puesto de vaqueros y prendas de vestir en el mercadillo eldense. En toda la mañana apenas ha conseguido unas ventas por valor de 30 euros. "Cuando no había crisis se llegaban a hacer cajas de 1.000 euros", recuerda. En el último año, Ghizlan ha bajado los precios hasta un 50%. En su puesto vende pantalones vaqueros de distintos modelos a un precio único de diez euros y chaquetas y vestidos a seis euros. "Antes ya se vendía muy barato, pero ahora todavía más, aunque no esté sirviendo de mucho. Con lo que se está vendiendo no te da ni para pasar un fin de semana. El año ha empezado muy mal, y me temo que marzo puede ser incluso peor", afirma con resignación.

Amparo, otra comerciante, también destaca el "pésimo" inicio del año, que no ha dado tregua a las ventas ni siquiera en los primeros días del mes. Vende seis pares de calcetines a cinco euros y ropa interior por tres euros y repite la frase más repetida por todos los comerciantes: "Ni así se vende". "Los precios ya no se pueden bajar más, porque tengo que pagar los impuestos, los autónomos... Y las ventas no dan para nada. Además, hay mucha competencia, y en cuanto alguien baja los precios, te ves obligado a hacerlo también, pero ya no hay más margen. La cosa está muy mal y este año me temo que va a ser mucho peor", afirma.

Miriam acaba de vender dos pijamas de niño. Una venta de doce euros, a seis el pijama, que se suma a apenas otra similar en toda la mañana. "La situación está muy mal. Antes, al menos, el principio de mes suponía un alivio porque se vendía algo más, pero ahora ya ni eso. Hoy no se vende nada. La gente, sobre todo, mira, pero compra muy poquito, lo justo, y eso si llegan a comprar", afirma. También Miriam se ha visto obligada a ajustar los precios, "pero no se pueden bajar ya más, porque de por sí ya eran bastante económicos y es un género de calidad por el que yo a mi vez tengo que pagar", destaca.