El histórico colapso del servicio de Urgencias que sufre el Hospital General de Elda-Virgen de la Salud persiste a pesar de la reciente puesta en marcha de la ampliación del centro. Una obra en la que el Gobierno valenciano ha invertido 30 millones de euros y que ha permitido crear una nueva ala de 54.000 metros de superficie. En sus bajos se ha implantado precisamente la espaciosa y moderna unidad de Urgencias. Un gran avance que, sin embargo, no parece haber puesto fin a las típicas escenas de saturación, sobrecarga de trabajo para los profesionales sanitarios, nerviosismo y cabreo entre los familiares por la falta de información y las largas esperas y, sobre todo, desesperación de los enfermos.

Entre las cinco de la tarde del lunes y la una de la madrugada del martes el problema volvió a repetirse. Pacientes y familiares se mostraron indignados al tener que esperar más de cinco horas en recibir atención y, en algunos casos, sin poder acompañar al enfermo y sin saber apenas nada de la evolución de su estado y de las pruebas a las que debía ser sometido.

Los familiares de los pacientes, entre veinte y treinta según informaron varios de ellos a este diario, recogieron una quincena de hojas de quejas para expresar su malestar. Sin embargo, según confirmó ayer la dirección del Hospital de Elda, finalmente sólo se presentaron cuatro reclamaciones en el Saip, el Servicio de Atención e Información al Paciente. Los responsables del centro están estudiando todas estas quejas pero han achacado el problema a un "hecho puntual e infrecuente por la coincidencia en un corto espacio de tiempo de muchos ingresos que, en su mayor parte, fueron casos no graves". La Gerencia del Departamento de Salud de Elda también ha querido puntualizar que en ningún caso hubo desatención, que la prioridad a la hora de tratar a los usuarios se aplicó correctamente en función de la importancia de las patologías que presentaban y que las largas esperas fueron de casos no urgentes. Respecto a la prohibición de acceder a la sala donde los enfermos esperan para ser atendidos, la dirección ha explicado que sólo se permite la entrada en supuestos estrictamente necesarios -menores e impedidos- para no entorpecer la labor de los profesionales sanitarios.

Los afectados no opinan lo mismo. Consideran que los prolongados retrasos se deben a la falta de personal -médicos y enfermos fundamentalmente- y se quejan de que, a partir de las ocho de la tarde, la azafata que les informaba de la situación de los enfermos dejó de hacerlo generando desosiego, preocupación e incertidumbre entre quienes ya llevaban en la sala de espera más de cinco horas.

El Sindicato Médico y el Sindicato de Enfermería coinciden en que el servicio de Urgencias del Hospital de Elda adolece del personal suficiente para poder cubrir la población de más de 220.000 habitantes que residen en las comarcas del Alto y Medio Vinalopó. Para los representantes de ambos sindicatos, Pedro Plou y Juan Campos, mientras esta carencia de personal no se subsane el servicio volverá a colapsarse en perjuicio de los usuarios y también de los trabajadores de Urgencias.

Tres médicos por las tardes y dos por las noches

El servicio de Urgencias del Virgen de la Salud de Elda cuenta con cinco médicos por las mañanas, tres por las tardes y dos por las noches. En los días festivos también hay sólo dos facultativos. "Con una plantilla tan limitada es imposible prestar un buen servicio a los ciudadanos cuando el número de ingresos crece, algo que cada vez es más frecuente", advertía ayer el representante del Sindicato Médico en el Departamento de Elda. Además, de los 16 médicos que componen la plantilla de Urgencias, sólo siete tienen plaza en propiedad dado que los otros siete son médicos con contratos de interinidad, dos son plazas interinas recuperadas del CSI de Villena y todavía queda una vacante por cubrir", explica Pedro Plou.