El robo de dos turismos de alta gama que dio lugar el miércoles a una espectacular persecución policial por las autovías de Valencia-Alicante y Alicante-Madrid fue planificado por una banda organizada y perpetrado por dos de sus miembros o dos delincuentes "contratados" para cometer el golpe. Así se desprende de las primeras hipótesis barajadas por la Guardia Civil, cuyas investigaciones siguen su curso.

Los dos Porsches Cayanne, valorados en más de 90.000 euros, fueron robados con un intervalo de dos horas y media en Alicante y Valencia, pero la Guardia Civil de Tráfico los detectó instantes después en un control rutinario de velocidad. Se iniciaba entonces una persecución de película que atravesó seis términos municipales del Alto y Medio Vinalopó y en la que un vehículo camuflado de la Guardia Civil fue embestido por el coche que conducía uno de los perseguidos hasta que consiguió echarlo a la cuneta.

Al final los dos Porsches fueron abandonados en Petrer y Monforte del Cid pero sus conductores continuaron la huida a pie logrando eludir el amplio dispositivo policial desplegado en toda la zona.

Las primeras investigaciones descartaban una conexión entre ambos sucesos tal y como se adelantó ayer. Sin embargo, las últimas averiguaciones han permitido conocer las circunstancias reales en las que se sucedieron los hechos. Eran las 9.30 horas del miércoles cuando dos jóvenes sustraían al descuido el primer Porsche en un lavadero de coches situado junto al Tanatorio La Siempreviva de Alicante. Dos horas y media más tarde provocaban un choque por alcance con otro Porsche del mismo modelo en una incorporación de la A-7, la autovía del Mediterráneo, dentro del término valenciano de Alginet. El ladrón que ocupaba el asiento del copiloto se apeó del vehículo y aprovechó que el conductor alcanzado estaba comprobando los daños sufridos para llevarse consigo el segundo Porsche, que tenía las llaves puestas. A partir de ese momento ambos tomaron dirección Alicante superando los 200 kilómetros por hora en muchos tramos y exhibiendo una conducción muy agresiva y peligrosa para el resto de conductores. Esta circunstancia fue detectada por las dotaciones de la Guardia Civil de Tráfico que se encontraban en la autovía de Alicante-Madrid, la A-31. Los agentes les dieron el alto pero ignoraron la orden activándose un rápido dispositivo en el que también participó Policía Nacional y Policía Local. Finalmente los dos Porsches eran recuperados sobre las 13 horas sin tener que lamentar daños personales a pesar del elevado riesgo que acarreó la persecución. Los autores de la misma deberán responder de los delitos de atentado contra la autoridad, daños, hurto y contra la seguridad del tráfico.