La Fanfarria Zíngara volvió a poner de manifiesto el pasado sábado por la noche su calidad musical y el espectáculo que sabe ofrecer en cada uno de sus actos. Por primera vez en la historia, todas las agrupaciones musicales de las comparsas de Moros y Cristianos de Elda y todos los coros de la ciudad se unieron en un mismo escenario para celebrar el XI Concierto de la Fanfarria.

Los 170 músicos zíngaros y más de 20 personas vestidas con el traje oficial zíngaro aparecieron en escena, pasadas las diez de la noche, ante la curiosa mirada de cientos de espectadores. Tras una elaborada entrada con numerosos movimientos y giros, comenzó a sonar una adaptación de "La vida es un carnaval" de Celia Cruz. Seguidamente, los componentes de las agrupaciones musicales del resto de comparsas hicieron sonar sus instrumentos con conocidas piezas.

Por su parte, la Fanfarria Zíngara puso en escena la fuerza y la energía que le caracteriza y así se lo transmitió a sus espectadores que le rindieron un caluroso aplauso, dirigido también a la directora Micaela Rubio. Como colofón final, todas las comparsas se reunieron en el escenario para interpretar conjuntamente el arreglo musical de "Las calles se llenan de mil colores", junto a las voces de los coros, de tal manera que la única manera de distinguir a un moro de un cristiano era observando el color de su bufanda y el estandarte.

La puesta en escena con un volúmen de 600 músicos sobre el escenario consiguió emocionar a los asistentes al comprobar, una vez más, la unidad que existe entre las comparsas de Moros y Cristianos de Elda.