Limitar la exportación de mármol bruto extraído de las canteras del Medio Vinalopó para ser llevado a otros países, donde elaboran el producto en sus propias factorías, es una de las acciones propuestas por el proyecto del Plan Estratégico de Apoyo a la Industria de la Piedra Natural de Algueña. El estudio, presentado recientemente en esta localidad con el fin de ayudar a las empresas del sector a superar la crisis, ha sido elaborado por profesores de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y realizado a instancias del Ayuntamiento con el apoyo económico de la Generalitat Valenciana.

Precisamente, entre las acciones propuestas figura la necesidad de que la Administración autonómica intervenga, de forma directa, para reducir prácticas como ésta que conducen a que las actividades de mayor valor añadido y que, por tanto, contribuyen a crear riqueza en el Corredor del Mármol, salgan de la comarca para beneficio de terceros países.

En este sentido los expertos consideran como aspecto negativo que los poderes públicos no hayan intervenido para regular y establecer un sistema que arbitre la gestión racional de un material noble, único, escaso y que una vez agotado no será reproducible.

España es uno de los referentes mundiales del sector entre los 200 países que se dedican a la producción, importación o exportación de la piedra natural. Estados Unidos, China, Emiratos Árabes, Francia e Italia fueron el año pasado los cinco primeros destinos de las ventas españolas al extranjero aglutinando el 50% del volumen total. Pero, según recoge el informe de la UMH, en 2007 la exportación de mármol bruto -que alcanzó la cantidad de 1.100.000 toneladas- fue más del doble que la del mármol elaborado -que se situó en 450.000 toneladas- lo que genera preocupación por tratarse de una dinámica adversa para las factorías de producción de la comarca.

Pero hay otro aspecto negativo a tener en cuenta: las exportaciones de bloques de mármol se realizan cada vez a precios más bajos mientras que las importaciones de placas de mármol elaborado en otros países -250.000 toneladas en 2007- crecen con precios bastante más estables. Concretamente en torno a una media de 390 euros la tonelada entre 2000 y 2007, pero con la diferencia en contra de los intereses locales.