El bando cristiano realizó ayer su espectacular entrada en las fiestas de Moros y Cristianos de Petrer. El primero de los dos grandes desfiles de los festejos de San Bonifacio resultó ser un año más una espectacular muestra del colorido y la alegría de los festeros de la localidad, que hicieron disfrutar al público levantando aplausos durante todo el recorrido. Sin la amenaza de lluvia que el pasado año consiguió empañar este mismo desfile al paso de las comparsas moras, los participantes disfrutaron su paso por las calles de Petrer contagiando a los miles de asistentes venidos de toda la comarca que presenciaron el acto.

Puntualmente, a las diez y media de la mañana y partiendo de la calle Brigadier Algarra, comenzó el desfile con el boato de la comparsa Tercio de Flandes, encargada en estas fiestas de capitanear al bando de la cruz en su Entrada triunfal por las calles de Petrer. Los "flamencos", como se les conoce popularmente en la localidad, ofrecieron un espectáculo sencillo pero rotundo, acorde con el honor que supone encabezar la Entrada. Abriendo el desfile, apareció un bloque con los estandartes de todas las filas de la comparsa. A continuación, inició la marcha un pelotón de arcabucería, seguido de otro con banderines. Entre los participantes de este boato, se pudo ver a integrantes de otras comparsas de Petrer, poniendo así de manifiesto el carácter fraternal y solidario que se da entre los festeros, independientemente del bando o comparsa que sean. Tras los dos pelotones, el boato de los flamencos recuperó la figura histórica de las cantineras, unas mujeres que participaban en los desfiles repartiendo bebida para soportar las altas temperaturas que se dan en las fiestas. El componente artístico del boato flamenco continuó con la actuación del grupo Carasses, caracterizados como figuras de época e interactuando con el público.

Antes de la entrada de los cargos festeros del Tercio de Flandes, el boato continuó con un grupo de baile formado por gente joven y la preceptiva carroza. Finalmente, minutos más tarde, hacían su entrada a caballo los cargos festeros de la comparsa. El capitán, Francisco Javier Montesinos Villaplana, y la abanderada, Ana Montesinos García; acompañados en este desfile por el Embajador Cristiano, Francisco Cabrera Rodríguez, también a lomos de un caballo. Detrás de ellos, acaparando atención con su simpatía, la pequeña rodela de la comparsa, Carla Máñez Pérez. El paso de los cargos, las figuras más reconocibles de la comparsa, desató la euforia del público en cada uno de los rincones del recorrido, aderezando las notas de los pasodobles con los vítores del público. Tras el paso de los cargos, comenzaron a marchar las filas del Tercio de Flandes. Es en esta Entrada donde las filas del bando cristiano ponen todo su empeño, la ilusión y el trabajo de todo un año que se ve recompensada por los aplausos y las sonrisas de los asistentes al desfile. Siguiendo el mismo esquema, aunque sin la elaboración del boato, siguieron avanzando las comparsas del bando cristiano. Tras los flamencos, hizo su entrada la comparsa de Estudiantes, seguida por los Labradores, Vizcaínos y, por último, la comparsa de Marinos.

Pese a que el protagonismo en este primer desfile es para el bando cristiano, las escuadras del bando moro no dejan de lucir sonrisas y espectaculares trajes durante su paso, aunque reservando parte de su magia para la Entrada Mora de hoy, su jornada de lucimiento. Abrió el desfile por parte del bando de la media luna la comparsa de Moros Viejos, Moros Fronterizos, los Moros Nuevos y por último, la comparsa de Moros Beduinos. Después de cuatro horas de desfile, y con una puntualidad que es ya distintiva de las fiestas de Petrer, finalizó la primera de las dos grandes exhibiciones del poderío y la belleza de los Moros y Cristianos de Petrer. Para cerrar el acto, como ya es tradicional, la comparsa de Estudiantes repartió al final del desfile un nuevo número de la revista "The Boñ", una publicación satírica muy popular en Petrer y que se edita cada año con motivo de las fiestas de Moros y Cristianos desde hace más de medio siglo.

Queda patente en las fiestas de la localidad el calado que tiene para sus habitantes, incluyendo a la clase política. El alcalde de Petrer, Pascual Díaz, pudo disfrutar de la Entrada Cristiana desde los dos frentes, acompañando el triunfal paso de su comparsa de toda la vida, el Tercio de Flandes y, más tarde, en la tribuna de autoridades, donde le acompañó la alcaldesa de Elda, Adela Pedrosa, que realizó su primera visita a las fiestas de Moros y Cristianos de Petrer desde que accedió al cargo en junio de 2007. Junto a Pedrosa, se encontraba también el concejal de Fiestas de la vecina localidad, Francisco Muñoz.