La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Novelda ha ordenado el ingreso en prisión provisional de un joven de nacionalidad china imputado como presunto autor de la muerte de una compatriota de 17 años que vivía en Aspe. El acusado, que responde a las iniciales de X.H. y tiene 27 años de edad, ha sido detenido esta semana por agentes del grupo de Homicidios de la Guardia Civil y al mediodía de ayer prestó declaración ante la juez Ángeles Sanz. De las manifestaciones del arrestado, del posible móvil del delito y de las investigaciones policiales nada ha trascendido hasta el momento porque la juez ha decretado el secreto de sumario.

El joven, que podría residir en Crevillent, accedió al Palacio de Justicia de Novelda por el garaje subterráneo pasadas las diez de la mañana. Iba custodiado por tres agentes en un coche de la Guardia Civil y se reclinó sobre el asiento trasero para no ser fotografiado. Alrededor de las cuatro de la tarde salía con destino al depósito municipal carcelario, desde donde será trasladado a prisión.

Como ya adelantó este diario, el cuerpo sin vida de la menor fue encontrado en la tarde del pasado 25 de abril por una de las empleadas del restaurante chino situado en la avenida Padre Ismael de Aspe. El cadáver se hallaba tendido en el suelo en el interior del establecimiento Hong Kong, que regenta su madre, también de nacionalidad china. La trabajadora que la encontró fue quien dio la voz de alarma. En ese momento no había ninguna otra persona en el interior del local. Eran aproximadamente las ocho de la tarde cuando se desplazaban al lugar varias patrullas de la Policía Local, Guardia Civil y Policía Judicial de Novelda así como una ambulancia de la Cruz Roja de Aspe.

En un primer momento se pensó que la muerte podría haber sido súbita y responder a causas naturales pero posteriormente, tras un examen médico más minucioso, se comprobó que presentaba signos de violencia en el cuello y pecho que apuntaban a la posibilidad de que hubiera sido estrangulada. Tras ser trasladada de urgencia al centro de salud para intentar reanimarla, el equipo sanitario que la atendió no pudo más que certificar su muerte. Los propietarios de un bar próximo al restaurante chino indicaron a este diario que en la tarde en la que se produjo el suceso no habían observado nada extraño ni escuchado ningún grito, una versión que coincidió con la facilitada por un vecino de la misma calle.

La joven, que lleva diez años viviendo en España con su madre y sus hermanas, era muy conocida en la localidad y, de hecho, su violenta muerte causó una gran conmoción en Aspe. Sin apenas pistas y sin ningún testigo la investigación de la Guardia Civil se presentaba muy compleja pero, siete meses después, los agentes han realizado la primera detención y el caso podría quedar cerrado.