El Ministerio de Fomento debería haber iniciado en el segundo trimestre de 2006 las obras de reforma de la colapsada autovía de Madrid (A-31) en el tramo comprendido entre los municipios de Bonete y Alicante. Así lo anunció el Gobierno central en marzo de 2005 y, con tal fin, incluyó en los Presupuestos Generales del Estado una primera partida de 150.000 euros para realizar el estudio de impacto ambiental de un proyecto tan ambicioso como necesario, cuya inversión global se estimó entonces en 28,4 millones de euros.

Sin embargo han pasado más de 28 meses y la actuación, cuyo inicio se ha aplazado ya en dos ocasiones, sigue sin realizarse. De hecho, en agosto de 2006 este diario recogía en sus páginas el compromiso del Ministerio de ejecutar los trabajos a partir del segundo trimestre de 2007, compromiso que tampoco se ha cumplido. Una circunstancia de la que el director técnico de conservación de Carreteras, José Luis Fuentes, responsabilizó directamente a la Conselleria de Medio Ambiente por haber retrasado más allá de lo aceptable la entrega del estudio de impacto ambiental que correspondía realizar a sus técnicos. Sin embargo desde la Generalitat Valenciana se negó este extremo asegurando que los plazos se habían cumplido. Lo cierto es que la actuación se paralizó entonces y se ha vuelto a paralizar ahora.

En esta ocasión los responsables de Fomento achacan la nueva dilación a cuestiones de ámbito estrictamente técnico. Aseguran que algunos de los proyectos presentados por la empresa concesionaria de la obra han sido rechazados por la unidad de conservación y explotación de la dirección general de Carreteras. La razón se debe a que se han detectado importantes carencias relacionadas con la normativa vigente en materia de seguridad -barreras quitamiedos- y también respecto a la naturaleza del firme en lo que se refiere al grosor del asfalto de varios tramos. Todos estos aspectos, que están siendo ya subsanados por la mercantil a la que el Estado ha adjudicado la reforma de la A-31, han retrasado de nuevo los trabajos. Ahora el Ministerio ha dado una nueva fecha para el comienzo de los mismos. El año 2009. Pero sin concretar trimestre ni semestre. Y mientras tanto el tramo de la autovía de Madrid comprendido entre Bonete y Alicante sigue siendo uno de los que mayor densidad circulatoria soporta en el conjunto de la red de carreteras del Estado, especialmente los fines de semana, los puentes y sobre todo en temporada turística alta. Pero en los días laborables la A-31 tampoco consigue descongestionarse por el continuo tránsito de camiones y tráiler. En 2005 su volumen de tráfico ya superaba los 23.000 vehículos diarios, cifra que se disparaba por encima de los 50.000 únicamente en el corto tramo que une a los municipios de Elda, Petrer y Novelda. Tres años después estos registros se han multiplicado como también lo ha hecho el número de siniestros. Prueba de ello es que entre enero de 2002 y mayo de 2004 el balance de víctimas en accidentes de tráfico o atropellos contabilizados entre Villena y Alicante se elevó a 434 personas. Fallecieron 22, otras 120 resultaron heridas graves y 292 leves. Datos que invitan a la reflexión y que urgen de la puesta en marcha del plan de reforma y acondicionamiento previsto por el Gobierno para mejorar la seguridad de una carretera nacional, la N-330, reconvertida en autovía a base de desdoblamiento y que en marzo de 2009 cumplirá 20 intensos años de existencia.