E l «Homenatje al Palmerer», la última escultura urbana de Díaz Azorín para la ciudad de Elche, ya ocupa su espacio en la calle Porta de la Morera. Con la ayuda de un grúa, se instaló durante la mañana de ayer y permanece cubierta hasta su inauguración el próximo jueves al mediodía.

La obra ha sido encargada por Pimesa al escultor que de esta forma termina su particular homenaje a los dos Patrimonios de la Humanidad con los que cuenta Elche. Con anterioridad había realizado «Les mans de Sant Joan» que se encuentra en una de las rotondas que hay frente a la Ciudad Deportiva en la avenida de la Libertad

La escultura tiene una longitud en diagonal de dos metros y representa dos manos que contienen un puñado de dátiles en actitud oferente. Está realizada en bronce oxidado, aunque esta aleación se ha pulido para darle color dorado a los dátiles.

La empresa Arte 6, de Arganda del Rey, ha sido la encargada de fundir la escultura siguiendo el procedimiento denominado como vaciado en bronce. Trabajadores de esta fundición se encargaron de trasladar la pieza a Elche en la madrugada del lunes y de colocarla en la mañana de ayer sobre el pedestal levantado con anterioridad en la calle Porta de la Morera.

Inicialmente, fue cubierta por un plástico de color negro, aunque este revestimiento se sustituyó posteriormente por un tejido para posibilitar el secado una última capa de óxido. La pieza se instaló con la ayuda de una grúa. El orificio en el que se encaja la escultura se rellenó con resina para asegurarla al pedestal y afianzar el soporte de la pieza.

La inauguración tendrá lugar el próximo jueves a las 12.30 del mediodía y contará con la presencia del escultor que ayer estuvo siguiendo también las tareas de instalación de la escultura, la tercera que tiene en Elche.

La pieza se ha instalado en la calle Porta de la Morera, que forma parte de la denominada Ruta del Palmeral, y se encuentra a escasos metros del Museo del Palmeral y del Huerto del Cura. Inicialmente, se había barajado la posibilidad de colocarla en la plaza Rey Jaime I, aunque luego se decidió colocarla en la plaza del Centro de Congresos, emplazamiento descartado por la presencia del apareamiento subterráneo.