Numerosos ciudadanos participaron ayer por la mañana en la celebración del Día de la Rampa, una iniciativa que se celebra desde hace 15 años para concienciar a los conductores de que no estacionen sus vehículos en las rampas. Los más de 300 participantes, aunque que en algunos tramos del recorrido fueron muchos más, marcharon desde el colegio Virgen de la Asunción hasta el Parque Deportivo.

En la marcha, que un año más tenía como lema «¿Y yo por dónde paso », participaron numerosas personas con algún tipo de discapacidad y diversos voluntarios, pero también ciudadanos solidarios. Todos juntos reivindicaron una mayor concienciación por parte de los conductores.

En este sentido, la responsable de la Oficina de Atención al Discapacitado, Susi Fenoll, destacó que «de nada sirve que el Ayuntamiento disponga rampas en las aceras si después los conductores no las respetan». Asimismo, recordó que «las rampas no son sólo para las personas que van en sillas de ruedas, sino que también son utilizadas por las madres que llevan carritos de niños, e incluso por los repartidores que abastecen a los bares o comercios». Al finalizar el recorrido los participantes pudieron degustar un aperitivo en el Parque Deportivo, donde se celebró también el acto de entrega de la «Rampa de Oro», que distingue a las entidades que destacan por su labor a favor de la «inclusión» de los discapacitados y que este año recayó en DYA. El primer teniente alcalde, Alejandro Soler, entregó la placa conmemorativa al portavoz de la entidad en un acto al que también asistieron diversos ediles socialistas y las alcaldables del PP y «Compromís per Elx», Mercedes Alonso y Ángeles Candela, respectivamente.