A las 10.30 horas ha comenzado a caer una lluvia en Elche que ha suspendido la actividad en las calles. La mayoría de ilicitanos se han refugiado bajo toldos. El agua ha caído con fuerza y solo algunos se han atrevido a continuar la marcha. Quince minutos más tarde han comenzado a aparecer paraguas entre los más previsores.

Desde primera hora de la mañana el cielo está muy encapotado y la temperatura ha descendido muy ligeramente sobre los más de 30 grados que había ya a estas horas en días precedentes. A partir de las 12 horas está previsto que mejore la situación y que por la tarde el sol vuelva a lucir, según la Asociación Española de Meteorología.

El fenómeno más curioso se ha dado en las partidas de la zona norte de Elche, y en Aspe, concretamente en Montesol, donde los vecinos han visto caer algo de granizo, muy pequeño, que prácticamente se diluía al tocar en tierra.

"Más noches tórridas"

La lluvia desaparecerá hoy mismo, pero según advierte el meteorólogo alicantino Pedro J. Gómez Cascales, la tendencia es a aumentar las noches tórridas en los próximos años y expandirse a otras épocas, como a las primaveras y a los otoños.

"Venimos de noches en las que se hace difícil conciliar el sueño. En climatología, las llamadas "noches tropicales" son aquellas en las que la temperatura mínima no desciende de 20ºC y las "noches ecuatoriales" o "noches tórridas" son aquellas en las que la temperatura mínima no desciende de 25ºC", explica.

El especialista añade que "si observamos el número de noches por década con mínima superior a diversos umbrales se ve una clara tendencia de aumento. Todos los escenarios apuntan a que seguirán incrementando en los próximos años, expandiéndose a la primavera y al otoño, suponiendo una pérdida de confort".

Estas noches tan cálidas apenas se producían en el siglo XX. Es un fenómeno que ha ido evolucionando durante el siglo XXI. "Las consecuencias son casi exclusivas de la actividad humana", asegura Gómez Cascales, quien añade que se deben al:

1) Calentamiento global (efecto global). Los escenarios de Cambio Climático y las últimas proyecciones realizadas por la Agencia Estatal de Meteorología para España, indican por ejemplo que en la Comunidad Valenciana aumentarán de media un 30% el número de noches tórridas hasta 2100.

2) Crecimiento de la "Isla de Calor" de las ciudades (efecto local). La estructura urbana impide la circulación de aire, y los materiales que la componen (asfalto, edificios, tráfico, etc.), contribuyen a una mayor concentración del calor en el centro de las ciudades durante el día, resultando más difícil disipar a lo largo de la noche.

3) Gran influencia del mar en la temperatura del aire de las localidades costeras (efecto global y local). En general, en los últimos años, también se observa una tendencia al alza en la temperatura superficial del Mar Mediterráneo, por lo que el típico sistema de brisas, que refrescan las noches, cada vez es menos efectivo.

Situación preocupante.

Según D. Javier Martín Vide, Catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona, "en personas con enfermedades crónicas y en el umbral de la pobreza, sin aire acondicionado, estos valores nocturnos se han convertido en un riesgo para la salud", explica el meteorólogo alicantino.