El alcalde de Elche, Carlos González, se reunió esta mañana con el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, para solicitarle que la promesa que hizo su antecesor, César Sánchez, de construir en la ciudad un Centro de Congresos similar al ADDA de Alicante (con más de 40 millones de euros de inversión) se plasme por escrito y con un cronograma de fechas que haría que en 2022 las obras estén en marcha. El regidor, según ha relatado en un encuentro con los periodistas, le ha dado a entender al presidente de la Diputación que ni él ni su equipo aceptarán otra ubicación distinta a la del solar de J'Hayton, en el barrio de Carrús, para el edificio, diga lo que diga el informe que se ha encargado por la institución provincial a la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) a petición del Círculo Empresarial de Elche y Comarca, Cedelco.

González, quien estuvo acompañada por la diputada provincia Patricia Macià, dijo que la reunión ha sido positiva y constructiva. El encuentro fue solicitado hace unos días por el regidor, después de que Mazón declarara a INFORMACIÓN en plena pandemia que desde hacía meses no había vuelto a saber de este asunto después de que quedaran el pasado septiembre para volver a verse cuando el equipo de gobierno sometería la espinosa cuestión de la ubicación al Consejo Social de la Ciudad, lo que no se ha hecho. González ha argumentado que con el covid había cuestiones más importantes en la agenda del Ayuntamiento de Elche pero su posición no ha cambiado un ápice. El presidente de la institución había realizado estas manifestaciones en mayo, días después de un encuentro con Cedelco, la Asociación de Empresas Turísticas de Elche AETE y el colectivo Elche Piensa en la cual le solicitaron ayuda económica para financiar un estudio de la Universidad Miguel Hernández de Elche que fijara la estrategia que debía seguirse con este proyecto (mercado, tamaño, clientes,...) y, entre las cuestiones fundamentales, entendían una era la de la ubicación porque no están del todo de acuerdo con llevarlo a Carrús.

Sobre el informe, Carlos González, ha dicho que le parece bien hacerlo (a costa de la Diputación) y que lo escuchará por todo lo que pueda aportar pero para nada, dio a entender, piensa leerse el capítulo dedicado a la ubicación más idónea porque esta es una decisión que será sí o sí política.

"Al final la visión de la ciudad la tiene el equipo de gobierno que va a defender con claridad, vehemencia y respeto la ubicación en Carrús", ha reiterado una vez más Carlos González en el encuentro con los periodistas a sabiendas de que en campaña electoral prometió instalar el inmueble de negocio y cultural en este barrio, donde su partido, el PSOE, semanas más tarde, en las elecciones municipales, arrasó. En cambio, el Partido Popular se decantaba por el aparcamiento de Candalix, mucho más céntrico. González ha dejado claro a Mazón que es una decisión del equipo de gobierno para ayudar a Carrús a dejar de ser uno de los barrios más pobres de España, como han dicho varios informes los dos últimos años. Pero, además, de vender las bondades de J'Hayton, en edificabilidad, hasta 16.000 metros cuadrados, o cercanía al tren (el apeadero está a 250 metros), ha llegado a situarlo a "sólo 900 metros del Parque Municipal y un kilómetro del Ayuntamiento, en el centro de Elche", ha dicho.

Cedelco

El alcalde también le ha dado motivos de peso para que Carlos Mazón se olvide de ceder a las presiones del portavoz ilicitano del PP, Pablo Ruz, quien apuesta abiertamente por la ubicación del Centro de Congresos en el solar de Candalix, al asegurar que, aunque la parcela es más grande (6.500 metros cuadrados por los 3.500 de J'Hayton), mil metros son de propiedad privada (que habría que negociar) y la edificabilidad máxima es de 6.500 metros cuadrados; es decir, la mitad prácticamente de lo que se necesita para un edificio que "quiere competir en la liga de los congresos", dijo el regidor, lo que le llevaría a pedir la construcción de un inmueble de no menos de 12.000 metros cuadrados (el ADDA de Alicante tiene 15.000). Y, además, habría que salvar los problemas que la Unesco y la Conselleria de Cultura pondrían a la construcción del edificio dentro de la zona de amortiguamiento de la Unesco, que aparece en la nueva Ley del Palmeral, pendiente en estos momentos de nueva aprobación por el Consell.

Compromiso

El alcalde se llevó un documento a modo de borrador para que Mazón lo estudie y, espera el regidor, lo firme. Sería un compromiso de intenciones para que el edificio del que se lleva hablando algo más de un año, sea una realidad y no se quede en promesas o en una ruptura final entre ambas instituciones porque no se pongan de acuerdo sobre la ubicación, que es en lo único que disienten porque el presidente de la Diputación ha dejado claro que lo que quiere es que exista un consenso, no una imposición y, está claro, en este punto no están por ahora. En cualquier caso, Carlos González espera que el presidente de la institución provincial se lo firme en septiembre y sellar de este modo el acuerdo. En definitiva, que la institución provincial no tenga marcha atrás en la multimillonaria inversión, se comprometa a poner en marcha la obra en menos de dos años y, por supuesto, a gusto del equipo de gobierno.