Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un mercadillo que se queda pequeño

Vendedores de la Plaza de Barcelona piden más espacio para que el aforo aumente entre paradas

Clientes en uno de los puestos del mercadillo de Plaza de Barcelona, ayer. matías segarra

La crisis por el coronavirus ha golpeado a muchos sectores que viven de una gran cantidad de clientes como podría ser la venta ambulante. Para evitar aglomeraciones y cumplir con los protocolos de distancia social, seguridad e higiene, los mercadillos han tenido que reducir su aforo y algunos de ellos se han desplazado a otros enclaves donde se aseguren espacios anchos que prevengan concentraciones fuertes de población.Podría ser el caso del mercadillo de la Plaza de Barcelona de Elche, uno de los más icónicos. Los vendedores de este espacio han tenido que organizarse por turnos para trabajar ya que el aforo en este caso debe estar al 50%, mientras que en otros más pequeños como el de la Plaza de Madrid ya está totalmente operativo al ser más pequeño y tener más facilidad para controlarlo. Por esta razón algunos vendedores proponen al Ayuntamiento que se den más facilidades para que lo antes posible puedan trabajar to el número máximo de vendedores. Entienden que lo primordial en estos momentos, con alertas en varios puntos del país por rebrotes, es garantizar la seguridad y creen que una de las salidas sería ampliar el espacio que se les ha otorgado a nivel municipal para contar con los 150 puestos habituales, y no sólo la mitad.

Este mercadillo de prendas de ropa y utensilios ha pasado de estar junto al mercado de abastos a pasar a la intersección entre el solar de la antigua fábrica Jayton y la Avenida de Novelda. El lugar les parece correcto aunque creen que debería habilitarse alguna calle más para que coja más fuerza en verano, teniendo en cuenta que en temporada estival la atención de estos espacios suele estar en áreas costeras como Arenales del Sol o Santa Pola.

Antonio Iborra, miembro de la asociación de venta ambulante de Elche, asegura que se cumplen las distancias entre paradas, de unos cinco metros, y señala que aunque hay sintonía con el Consistorio, les gustaría que se tomasen medidas para ampliar el mercadil porque hay compañeros que con estas restricciones han reducido su carga de trabajo, «porque hay gente que sólo tiene dos mercados a la semana», apunta.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats