La Sección Séptima de la Audiencia de Elche acogió ayer el juicio contra un ilicitano acusado de violar a su hija, de 11 años, repetidamente y durante más de un año. Una causa por la que el fiscal, tras escuchar ayer a las partes en el juicio que se celebró a puerta cerrada, para preservar la identidad de la menor, pidió 10 años y un día de prisión por un delito continuado de agresión sexual, agravado al ser la víctima menor de 13 años.
Los hechos se remontan a septiembre de 2018, cuando la menor acabó denunciando la situación, tras meses de supuestos abusos por parte de su progenitor, quien se habría valido de la relación paternofilial para perpetrar los hechos. Según el escrito de acusación del Ministerio Público, las agresiones comenzaron en el primer trimestre de 2017, sin fecha determinada, hasta septiembre del año siguiente, explica el fiscal
La menor acabó confesando a su madre lo que ocurría, momento en el que interpuso una denuncia y el acusado fue detenido. Desde entonces ha permanecido en prisión, a la espera de juicio, que quedó ayer visto para sentencia. Según la Fiscalía, el hombre «aprovechando que su esposa se encontraba durmiendo, se introducía en la cama de su hija y le realizaba tocamientos (...)», para acabar consumando la agresión sexual, «ante la reticencia de la menor y los requerimientos de ésta para que cesara, sin desistir el procesado de su propósito».
La menor se encuentra desde entonces en una «etapa de sufrimiento y depresión». El Ministerio Público solicita también una indemnización de 12.000 euros, la privación de la patria potestad y una orden de alejamiento por un periodo de tres años superior a la condena, y libertad vigilada otros 10 años.
Otra detención
Por otra parte, el juzgado de guardia dejó ayer en libertad con cargos a un hombre detenido por abusar sexualmente de una niña de nueve años en un campo propiedad de los amigos de la menor. La denuncia se interpuso el pasado sábado, y la Policía detuvo el lunes al acusado. Los hechos denunciados tuvieron lugar hace cuatro años cuando la niña, que entonces tenía 9 años, sufrió varios tocamientos. Ahora, con 13, confesó ese episodio a sus padres.
