El millonario contrato de las basuras (327 millones de euros) entra en su recta final y el Ayuntamiento de ElcheElche ha comenzado a extremar las precauciones para tratar de evitar lo que parece inevitable: que haya algún recurso que demore al menos dos meses la adjudicación definitiva, posponiéndola al 30 de septiembre que es la fecha negociada con la actual adjudicataria, Urbaser. El portavoz municipal, Héctor Díez, restó ayer importancia a este hecho: «Si yo saco un 4,5 en un examen también pediría la revisión», dijo, referiéndose a algo que viene sucediendo desde hace tres años en todos los concursos millonarios de las basuras en el país: las empresas perdedoras acuden a la fórmula del recurso para entrar en el fondo de la cuestión y saber por qué se ha puntuado mejor a la ganadora que a ellas en un mercado donde todas se conocen al dedillo.
Héctor Díez aseguró que el próximo día 10, y a petición de las cuatro empresas aspirantes, la junta de gobierno declarará secretas las ofertas técnicas presentadas. Es decir, nadie sabrá que ha puesto sobre la mesa los rivales para ganar. El portavoz dijo que entre las cuestiones claves de cualquier oferta técnica está desde los modelos de las máquinas que se ofrecen, al tipo de recogida de la basura en determinadas zonas (adelantó que las cuatro aspirantes ofrecen soluciones distintas, por ejemplo, para el centro de la ciudad, que estará semipeatonalizado) o cómo se eliminará la basura orgánica. Todo esto forma parte del secretismo de cada oferta técnica y muchas veces decanta la balanza para un lado u otro independientemente de cuál sea el precio que cada una le pone a su labor. Pero solo con un recurso, cuando se ha resuelto el concurso, se puede intentar cambiar la decisión municipal entrando en el fondo de la cuestión y en los matices que han visto los técnicos para la puntuación, aunque difícilmente obtengan que ese 4,5 se convierta en un 5 y se gane el concurso. Y esto pasa en un sector en el que se mueven pocas empresas pero muy grandes, que muchas veces concursan en algunos ayuntamientos juntas, con la fórmula de UTE (Unión Temporal de Empresas) y en otros como encarnizados rivales, que al final acuden al Tribunal para conocer las tácticas y estrategias ante las que han perdido millones y millones en contratos de años de duración.
Dicho esto, Héctor Díez acudió a la comparecencia para dar plazos y trámites sobre un contrato, el más alto de la historia de la ciudad, que se adjudicará por una década y está valorado en 327.424.148,66 euros. Así, y tras este trámite del día 10 para declarar secretas las informaciones de las ofertas técnicas, la Mesa de Contratación se reunirá el martes 14 de julio a las 11:45 horas, para dar cuenta de la puntuación de la parte técnica -Sobre B-, mientras que el miércoles 15 de julio, a las 9:15 horas, se abrirá el Sobre C-el de la parte económica- con el objetivo de valorar las bajas -en caso de que existan- e informar sobre las mejoras, que pueden suponer hasta seis puntos adicionales en función del número de contenedores y otros tres basados en el informe financiero de la implantación de la recogida orgánica -el contenedor marrón-. A partir de ese momento, los técnicos municipales aplicarán la fórmula que establece el pliego y clasificarán las ofertas presentadas, que son cuatro: la de la UTE formada por Urbaser y FCC, la de Cespa (Ferrovial), la de Valoriza Medio Ambiente y la de Entorno Urbano y Medioambiental SL.
«Esto nos permitirá adjudicar de manera definitiva el servicio una vez haya pasado el plazo de presentación de documentación del primer clasificado", ha dicho Héctor Díez, a su vez concejal de Limpieza, Mantenimiento y Contratación, quien ha manifestado que, para agosto, la Junta Local de Gobierno podría aprobar la clasificación de ofertas siempre que ninguna de las mercantiles concurrentes ejerza su derecho a reclamar.
El martes 14 de julio, a las 12:30, inmediatamente después de la Mesa de Contratación, está convocada la Junta de Portavoces para que los propios técnicos municipales expongan a los Grupos Políticos el informe y resultado de la puntación del Sobre B, en un ejercicio que, según el edil, «forma parte de la dinámica de comunicación y transparencia a la hora de licitar este contrato: hacer partícipe a la oposición desde el comienzo hasta el final». Además, recordó que las condiciones del pliego se consultaron con la ciudadanía, diversos sectores y colectivos de interés, como el de los trabajadores de la actual contrata mediante sus representantes o de la Federación de Asociaciones de Vecinos. «Ha sido un procedimiento largo y complejo».
