El concejal de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Elche, Ramón Abad, ha sugerido hoy la posibilidad de que la empresa que lleva el mantenimiento de los sistemas informáticos de citas (y que es un mayorista sueco que atiende a más de 3.000 municipios de todo el país que fue recomendado en su momento por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias) sea sancionada por los sucesivos problemas que está dando al quedarse "colgado", literalmente, en decenas de ordenadores de ilicitanos. Esto le ha sucedido a todos los vecinos que intentaban acceder a los servicios de las OMACs, las oficinas municipales de atención al ciudadano donde se gestionan trámites relacionados con la administración. El pasado día 16 hubo una avalancha tal que el propio edil ya salió para dar explicaciones por las colas en las que, además, no se guardó la distancia mínima.

En un momento en el cual muchos ciudadanos necesitaban pedir ayudas, como por ejemplo solicitar la bonificación del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) o del recibo del agua, las citas no han estado funcionando como debieran. "Hay llamadas que no se han podido atender", admitió el edil tras las quejas de ilicitanos que, desesperados, han intentado coger cita a través del teléfono, lo que ha terminado por saturarlo. "Sólo podemos pedir disculpas", "asumimos la responsabilidad" o "ha existido cierto colapso", fueron las expresiones que ha usado Abad en su comparecencia para referirse a una situación que, ciertamente, no está causada directamente por la gestión municipal, sino por un contrato externo al cual, independientemente de que dé mejor o peor servicio, seguirá ligado hasta el año próximo, cuando vence. Abad también sugirió la posibilidad de ir sacando ya otro concurso y cambiar de mercantil pero, ¿quién puede impedir que se lo vuelva a adjudicar a la actual empresa si, realmente, tiene prácticamente a más de la mitad de municipios y administraciones bajo su mano?

Plan de contingencia

El Ayuntamiento, ante esta situación, sólo ha podido aplicar un plan de contingencia para que a las máquinas la sustituyan personas, hasta 14 nuevos contratos para suplir los problemas que da el sistema. A medio plazo, el municipio aspira a que la firma electrónica ayude y mucho a reducir la presencialidad en las oficinas municipales, pero el covid ha recortado, por ahora, este plan que se puso en marcha a principios de marzo, dos semanas antes del confinamiento.

Durante ese periodo, se realizaron casi 5.000 atenciones a ciudadanos; de ellas, 3.463 fueron presenciales o otras 1.233 a través de la sede electrónica, es decir, el método de no acudir fue empleado por casi un 30%. En ese periodo, 1.895 vecinos solicitaron la certificación digital para poder interactuar a través de la red con la administración con total garantía en las operaciones, incluyendo pagos de recibos o recepción de certificados.

Abad tuvo unas palabras también para los funcionarios de la OMAC que han tenido que hacer frente a estas quejas, a través del teléfono, porque bien el sistema de cita se quedaba colgado o, como pasó hace un mes, todas se daban para la misma hora, generando largas colas de vecinos que llevaban semanas esperando a poder salir de sus casas y que se abrieran las dependencias para realizar los trámites pendientes.

El concejal recordó que se va a reforzar la centralita del teléfono 010, "que tiene que ser un teléfono de referencia" con tres trabajadores más en el centro social del barrio de El Raval y en el call center. También aseguró que se va a poder pedir cita previa a través de WhatsApp y que los otros once empleos que se crean estarán en la OMAC de la Plaça de Baix en horario de tardes. Abad recordó las campañas de ayudas aún abiertas, como la del Ibi hasta final de mes, la del recibo del agua, hasa el día 15, o la prórroga del Bus Lliure, que también incluirá la renovación automática. Estos 14 contratos son por tres meses.