El Ayuntamiento de Elchelimitará el aparcamiento en el sur de Arenales del Sol, la zona que limita con Gran Alacant y El Clot de Galvany con el fin de reducir el número de bañistas y garantizar la seguridad en las playas. Lo hará con dos medidas importantes: la primera clausurando el solar de 30.000 metros cuadrados que hasta ahora se utilizaba como la mayor zona de estacionamiento junto al litoral, y la segunda pasa por la creación de una «zona verde» en las principales avenidas de acceso a la playa en las que el aparcamiento será rotatorio y estará autorizado a un máximo de cuatro horas. Así lo anunció ayer el alcalde, Carlos González, quien detalló el plan impulsado por el Ayuntamiento para controlar el aforo en las playas de la ciudad durante la temporada estival, que arranca oficialmente el próximo lunes.
Esta limitación en el estacionamiento en las mayores zonas de afluencia de bañistas -Arenales del Sol y El Carabassí serán las únicas medidas de control de aforo, pues como reconoció el primer edil, «no disponemos de mecanismos para controlar el acceso a pie o el tiempo que permanecen los usuarios en la playa». Ante esta imposibilidad, «limitar el tiempo de estacionamiento es la única manera para que haya rotación en la playa, pues si los usuarios tienen que abandonar su lugar de estacionamiento en cuatro horas, es el tiempo máximo que podrán estar en la playa», matizó.
El lector de matrículas de la Policía Local, instalado en un coche patrulla controlará de forma constante los vehículos aparcados en estas zonas y el tiempo que permanecen en ellas, para garantizar que se cumpla ese periodo de cuatro horas máximas. «No hay afán recaudatorio, de hecho el control de estacionamiento será gratuito, pero sí habrá sanciones para aquellos que excedan ese tiempo», explicó González. Eso sí, no concretó a cuánto ascenderán estas multas ni cómo se tramitarán, pese a la insistencia de los periodistas. Este lector es capaz de analizar hasta 25 matrículas por segundo, y almacena en la base de datos la primera vez que detecta cada matrícula para cronometrar el tiempo de estacionamiento en posteriores lecturas, según explicaron ayer a este diario fuentes policiales.
No habrá limitación, por tanto, para los residentes o aquellos que acudan al litoral en transporte público o a pie. Esto no garantiza, sin embargo, que todo el mundo pueda acceder a la playa, pues habrá un aforo máximo que se controlará por sectores. Así, las nueve playas de Elche se dividirán en sectores de 100 metros de longitud, donde los 24 controladores contratados por la Generalitat vigilarán para que no se sobrepase el número máximo de personas autorizado.
En concreto, El Altet se dividirá en 12 sectores, Arenales en otros 12, El Carabassí en 24, mientras que El Pinet, La Marina y les Pesqueres-El Rebollo serán un sector único. Cada sector estará delimitado con cintas de PVC ecológico de color rojo. Se dejará un pasillo entre sectores de seis metros. El ancho de cada uno de ellos -todos medirán 100 metros de largo» variará desde los cuatro metros hasta los 60, en función de la línea de costa, y comenzarán a 6 metros de la pleamar.
La necesidad de señalizar estos sectores diariamente obligará a cerrar la playa de 23 a 9 horas. Según explicó el alcalde, la cinta que señaliza los sectores deberá retirarse para efectuar las labores de limpieza, que se realizan de 23 a 7 horas. Cuando acaben estas labores, de 7 a 9, se procederá a reseñalizar todo el litoral, por lo que hasta esa hora no se abrirán al público. Lo que estará cerrado durante toda la jornada de baño serán las áreas de juegos infantiles. Pese a que los parques ya están abiertos, «no podemos garantizar que se cumplan las medidas de seguridad, ya que los niños juegan entre ellos, y es un espacio muy grande», señaló el edil de Seguridad Ciudadana, Ramón Abad. En la misma línea, se prohibirá el acceso con colchonetas, palas o la práctica de cualquier otro deporte en la arena. Sí se respetará, no obstante, las zonas limitadas para la práctica de deportes acuáticos, así como las de baño adaptado a personas con discapacidad.
Alicante
Por otra parte, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, avanzó ayer «más medidas» en las playas de la ciudad porque «no es lo mismo principios de junio, que principios de julio o agosto». De momento, en las playas alicantinas se han marcado distancias con postes y se ha dejado un espacio para el paseo en la orilla de unos seis metros.
