A primera hora de la mañana se destapaba el yacimiento que, al mediodía, «ya se veía bonito». Y es sólo el principio. Los arqueólogos en el proyecto Domus-La Alcudia ven calles, pozos y casas, a través de los estratos que corresponden a periodos históricos, donde los ciudadanos legos descubrimos piedras en filas, cepillos, cuerdas y mucho amor por nuestro pasado. «Trabajamos entre lo que eran casas residenciales romanas -explica con pasión la catedrática Sonia Gutiérrez-. Están un poco interpretadas y restituidas en exceso y alrededor no había excavado nadie. Queríamos tener una secuencia temporal completa de la historia de la ciudad y los resultados van a ser muy bonitos. Hemos documentado niveles del siglo VIII, del inicio del Al-Ándalus, que en teoría no se conocían, con el final de la vida de Illici, porque la ciudad que conocemos se creó a partir del siglo X. Hemos encontrado niveles significativos, una gran secuencia de ocupación y documentado la fase visigoda y todo un expolio impresionante sobre el siglo V, así como una estructura de casas romanas en una calle que funcionaron entre el siglo II y III. Estábamos llegando (antes de la covid) a los niveles republicanos y lo dejamos allí, en un punto ideal. Apareciendo las estructuras republicanas, las de Augusto y justo las anteriores, por debajo de las imperiales, con una secuencia espectacular».
Julia Sarabia Bautista, Jesús Moratalla Jávega y Víctor Cañavate Castejón codirigen un proyecto que nació hace tres años, con las campañas financiadas por el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de Conocimiento. Desde ayer hay técnicos y peones, pero no estudiantes para cumplir las medidas de seguridad. Las dos casas romanas a las que se refiere Sonia Gutiérrez se conocen desde el siglo pasado. La catedrática no puede evitar una referencia al arqueólogo ilicitano Alejandro Ramos Folqués que, en la década de los años 40 del siglo XX, «encontró un incendio del que proceden algunos de los mejores vasos vasculares de tradición ibérica, pero que son de época romana y caracterizan a La Alcudia. Estábamos llegando a esta fase y vamos a ver si documentamos ese nivel y encontrar ese tipo de estratos, los siglos I y II antes de Cristo y continuar hacia abajo, para llegar hasta la Prehistoria. Nos interesa documentar una secuencia y hacer análisis botánicos y bioarqueológicos, para ver la evolución y contrastar».
Rafael Muñoz Guillena, vicerrector de Investigación y Transferencia de Conocimiento de la UA, explica que «es una alegría que podamos poner en marcha de nuevo los proyectos de investigación que se desarrollan en La Alcudia que, desgraciadamente, tuvieron que detenerse por la situación ocasionada por el confinamiento. Ahora es tiempo de reanudar los trabajos y estamos convencido de los éxitos de esta nueva campaña para conocer cada vez más y mejor nuestro pasado».
El carácter estratégico de estos tres proyectos arqueológicos justifica su continuidad. La actuación cuenta con la colaboración mediante la contratación de obreros del Ayuntamiento de Elche. El yacimiento, en continua excavación arqueológica, conocido internacionalmente desde el hallazgo de la Dama de Elche, alberga restos prehistóricos, ibéricos, romanos, visigodos y bizantinos. Hasta la fecha se ha excavado en poco más del diez por ciento de su superficie.
