El 80% de los ingresos que tienen los taxistas ilicitanos al cabo del año se genera gracias a los servicios que realizan en el aeropuerto de Elche-Alicante. Con esto en mente, el hecho de que finalmente El Altet haya entrado a formar parte del operativo contra el covid-19, por lo que la terminal provincial puede recibir ya vuelos internacionales, tanto de entrada como de salida, podría suponer un balón de oxígeno al taxi ilicitano, el cual asegura que está ya al límite.
«Acogemos con satisfacción el hecho de que El Altet vuelva a acoger vuelos internacionales», señalaba ayer el presidente de Radio Taxi Elche, Vicente Murcia, quien confía en que los próximos días empiecen a llegar, si no turistas de otros países, sí al menos más viajeros por motivo de trabajo o negocios.
Murcia considera que, si no se ayuda a este sector, va a ser también uno de los más afectados. En este sentido, recuerda que hay ayudas para autónomos, pymes y distintos colectivos como comercios y hostelería, pero no para los profesionales del volante. «Parece que en esta crisis somos invisibles y estemos apartados», reflexiona.
En Elche hay 185 licencias, divididas en dos organizaciones, y los taxistas también consideran que no están teniendo apoyo real, ni local, ni autonómico, ni estatal; ni ven que puedan tenerlo de cara al futuro. Murcia recuerda que están catalogados como servicio esencial, por lo cual tienen que estar trabajando en este estado de alarma. Para ello, se alternan los números pares un día e impares al siguiente. Pero aún así, los ingresos han caído tanto que casi les cuesta dinero estar en la parada, donde permanecen largas horas sin que nadie se suba.
Ayer, otro taxista mostraba una captura de pantalla en la que se veía que solo llegaba al aeropuerto de El Altet un único vuelo, en concreto de Barcelona y a las 19.20 horas.
«El taxi de Elche se hunde al no estar operativo al 100% el aeropuerto. Esto está siendo dramático», afirmaba, al tiempo que vaticinaba que algunos compañeros se van a tener que buscar otro trabajo. «El aeropuerto es el 95% del sueldo para el taxista. Si el aeropuerto se hundiera, arrastraría a 185 taxis. Y si no hay aeropuerto, para dar servicio al municipio ilicitano con 90 vehículos sobraría para trabajar», agregaba la misma fuente.
Otra cuestión es qué pasará este verano, época siempre esperada por los taxistas, puesto que los servicios a toda la provincia se suceden sin parar. En todos los ámbitos se da por seguro que el turismo se verá resentido y, con ello, también estos profesionales. En octubre se cree que habrá una nueva caída de la actividad, algo que puede ser casi mortal para el taxi, de ahí que urjan medidas ya.
