Vecinos de Arenales del Sol, perteneciente a Elche, se han visto sorprendidos esta mañana con una actuación que no llamaría para nada la atención si no fuera por la situación de confinamiento y restricciones en la que nos encontramos por el Covid-19.
De manera inédita, algunos vecinos se han encontrado que se estaban empezando a realizar pruebas que podrían adelantar cómo podría ser este próximo verano en las playas ilicitanas, un estío totalmente distinto al que estamos acostumbrados y que posiblemente venga marcado por el distanciamiento también en la arena y en el agua.
El caso es que antes del mediodía se han podido observar varias sombrillas y toallas distribuidas en hileras y separadas entre sí por varios metros, como una retícula. Así se ha podido ver en primera línea de playa nada más bajar la cuesta que sigue a la entrada principal de Arenales del Sol procedente de Elche o Alicante.
Las pruebas se han estado realizando al menos durante una hora, según testigos presenciales, los cuales consideran que el Ayuntamiento de Elche está estudiando cómo reabrir las playas de cara al próximo verano en función de cada tipología. Un portavoz municipal asegura que ellos no han llevado a cabo la iniciativa, a esta hora se considera que podría tratarse de una grabación, a priori, no autorizada a pie de playa. El Ayuntamiento recibió una petición verbal que no obtuvo contestación de una empresa dedicada a la actividad de sombrillas. A esta hora se está comprobando si son los autores de la iniciativa.
En el caso de Arenales, la franja de arena hasta el agua es bastante estrecha por lo que la densidad por metro cuadrado en conjunto en el litoral de Arenales podría ser muy escaso.
Alejandro García Raduán, vecino y expedáneo de Arenales del Sol, considera que va a ser muy difícil controlar este verano que la gente mantenga la distancia de seguridad por dos motivos: por un lado, porque Arenales es una playa que se masifica enormemente en julio y agosto. Por otro lado, si no hay Policía Local suficiente paras las playas, va a ser muy complicado que se cumplan las medidas de distanciamiento en la arena y en el agua.
"Las playas deberían estar bastante controladas en este momento actual y por tanto cerradas, o al menos una limitación o control para la práctica de deportes como se está haciendo en otros municipios", indica por otra parte Raduán sobre estos días de mayo en que ya está haciendo calor.
Con respecto a la desescalada, considera que se deberían tener en cuenta a los núcleos de población inferiores a 5.000 habitantes, como es el caso de Arenales, que cuenta con algo más de 2.100 vecinos, para que no cumplieran con la franja horaria establecida por Elche" y así descongestionaría la confluencia de personas que hay ahora en las horas estipuladas".
Por último, este vecino también reflexiona sobre que los bares y restaurantes de Arenales deberían contar con exenciones de otro tipo que los de la ciudad, ya que sus terrazas no ocupan vía pública, sino que sus mesas y sillas están en propiedad privada y por tanto se les debería ayudar de otro modo.
