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Del parón en el ladrillo al regreso al estudio de grabación... en casa

Un obrero de la construcción vuelve a rememorar la crisis del sector en 2008 y se aferra a la música para pasar el trago

Del parón en el ladrillo al regreso al estudio de grabación... en casa

Ángel Campos es uno de los muchísimos trabajadores de la construcción que ahora se ha visto obligado a dejar sus herramientas por el impuesto parón en el sector. Sin embargo, lo ve con optimismo, como una oportunidad. Es consciente de que seguramente no tendrá ingresos durante un tiempo, pero tendrá tiempo para su hobby: la música.

Del pladur a sus guitarras, de la obra a su estudio de grabación. Y es que Ángel hace aproximadamente tres años reconvirtió definitivamente su salón en un cuidado estudio para grabar sus propias composiciones así como las de otras personas de confianza. Él mismo se lo hizo y trasladó el salón a otra parte de su casa. Vive solo y tiene libertad para hacer y deshacer en el hogar como le plazca. Le encanta el metal y el rap, pero para nada le hace ascos a escuchar flamenco o música clásica. Si es de calidad le gusta también.

"Es mi como mi santuario, ahí lo canalizo casi todo", señala este ilicitano, quien recuerda que ha llegado a estar hasta 15 horas metido en su estudio de grabación, algo que incluso le ha llegado a causar fatiga auditiva. "A veces pierdes la noción de lo que haces", explica.

Crea heavy metal con sus guitarras, colabora con algunos grupos de rock y rap y graba lo que considera, es decir, no le interesa abrir su estudio para recoger digitalmente cualquier tipo de música o grupo.

El caso es que este parón en el trabajo no le coge de nuevas. "Con la crisis de 2008 ya estuve casi tres años parado, apenas trabajaba unas pocas semanas. Mi oficio me gusta, pero así tuve tiempo para la música, algo que me ayuda un montón", dice.

Heavy Metal

A los 14 años descubrió el heavy metal. A los 16 se compró su primera guitarra. Desde hace un tiempo su nombre artístico es Psykosfera y con la experiencia acumulada durante años asegura: "Cuando estás inspirado, cuando das con la tecla y emocionas a la gente es indescriptible".

Ahora, en estos días de confinamiento, indica que la música es lo que más le va ayudar frente a la apatía, el enclaustramiento, la ausencia de actividad y de ingresos económicos. Bueno, eso y Netflix, que también le va a ayudar a desconectar de la música.

"Ya me he descubierto y no me agobio a mí mismo. He aprendido a quererme", apunta por último con humor este creador, tanto en la construcción como en el ámbito musical, quien considera que la crisis de 2008 fue todo un aprendizaje que ahora, ante la coyuntura actual, ayuda a sobrellevar mejor la situación en todos los sentidos. Además, en su caso, tiene a la música como la mejor compañía en estos días de aislamiento.

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