Elche ha lanzado un SOS para salvar de la quiebra el negocio de la Palma Blanca ante la suspensión de la Semana Santa por culpa del coronavirus. La Asociación de Palmereros de Elche (Apelx) y Volem Palmerar se han movilizado para pedir al Obispado de Orihuela-Alicante y Administraciones autonómicas y locales que se aplace la celebración religiosa del Domingo de Ramos y se le busque otra fecha con el fin de menguar la crisis en este gremio tradicional de la ciudad. Incluso han comenzado una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org. en la que ya superan las 250 peticiones.

Los colectivos de Elche también reivindican facilitar préstamos con interés cero, siendo el primer pago en abril del 2021, a las familias de artesanos; subvencionar el gasto energético de la conservación de la palma en cámaras de frío y habilitar la cámara de frío que tiene el Ayuntamiento de Elche para uso de los pequeños productores.

Ante ello, el alcalde, Carlos González, se ha comprometido a reunirse con estos colectivos para facilitar un "aplazamiento" del Domigo de Ramos, pero ha recononocido que "todavía es prematuro" buscar una fecha como sí que han hecho las Fallas de València, hasta que no se tenga un "horizonte cierto" de cuándo acabará esta situación de alarma sanitaria. El primer edil ha anunciado esta mañana que no solo analizará la situación económica de este sector importante para la ciudad, sino el de otros tantos "que se han visto perjudicados y obligados a bajar la persiana" por el coronavirus. "Habrá un análisis global", ha señalado.

Este es el comunicado que han lanzado hoy la Asociación de Palmereros de Elche (Apelx) y Volem Palmerar para pedir ayuda:

"El domingo 5 de abril debía ser Domingo de Ramos. Pues bien, ese día no va a tener lugar la "Processó de la Burreta," como le llamamos en Elche. Ese día no habrá Bendición de los Ramos, nadie va a acompañar a Jesús a su entrada en Jerusalén, nadie estrenará ropa, ni recorrerá las calles con su Palma Blanca en la mano, no habrá concurso de Palmas. Pero tampoco tendrá lugar el Mercado de Palma Blanca, ni en Elche ni en ninguna parte.

¿Qué va a pasar con la producción de palma blanca de este año?, ¿qué va a pasar con las familias que la trabajan?

Una de las señas de identidad de los Ilicitanos es nuestro Palmeral y, asociado íntimamente al Palmeral, la artesanía de la Palma Blanca que se remonta a la Edad Media. A nadie se le escapa el peso cultural y emocional que eso conlleva.

Este año, con la crisis del coronavirus, todos los sectores de la sociedad están afectados, pero sin duda a nivel económico quien "se lleva la palma" es todo el tejido social y laboral de la producción y elaboración de la Palma Blanca. Pensemos que todos los jornales, gastos y beneficios de todo el año pasaban por hacer caja estos días, caja que se va a quedar vacía.

La suspensión de la Semana Santa es un varapalo que ha dejado al sector de la Palma Blanca en estado de shock.

Como no podía ser de otra forma, APELX (asociación de palmereros de Elx), y la asociación ilicitana Volem Palmerar nos hemos movilizado para colaborar en la confrontación de esta crisis. Primero hemos sondeado al sector. No ha sido muy difícil, pues en Elche solo cinco empresas representan el 95 % de toda la producción de palma: la familia Serrano, los Margallón, Soto, Nano y Moisés.

En estas familias-empresas casi el 100% de los ingresos viene de la producción de Palma Blanca. También existen otros pequeños productores donde la Palma puede representar entre un 5 y un 10% de los ingresos.

Hay también familias, que sin ser productores, son grandes procesadores y distribuidores, como pueden ser los Navarro, Bacora..... No nos olvidemos que, en el tejido social y laboral, relacionado con la Palma Blanca, están también los palmereros, los "triperos" (auxiliares del palmerero), los empresarios e infinidad de trenzadores (casi todos mujeres) que son auténticos artesanos y artistas.

Actualmente, siendo la producción del dátil muy marginal y el sector de la palmera ornamental tocado por el picudo, la única rentabilidad económica de nuestro Palmeral es la obtención de la Palma Blanca. Pero más que pensar en términos económicos, nos preocupa que ahora más que nunca toda la culturalidad de la Palma Blanca está pendiente de un hilo.

La idiosincrasia de la Palma Blanca es en sí misma una especie en extinción, hace pocos años la familia de la Rinconà, una de las familias con más tradición en la producción y elaboración de la palma, bajó la persiana. Este hecho pasó desapercibido para la mayoría de los ilicitanos. Pero para el sector fue una gran pérdida. No nos podemos permitir más bajadas de persiana.

A día de hoy la desaparición de esta artesanía supondría a todas luces una merma irrecuperable de los valores culturales ligados al Palmeral y un impacto negativo sobre el paisaje y los valores ambientales del Palmeral".