Los vecinos de Elche han vuelto a encontrarse por octavo día consecutivo en sus balcones, de todos los barrios y pedanías, para lanzar un intenso aplauso por todo el personal sanitario que está trabajando incansablemente para mitigar esta crisis sanitaria por el coronavirus. Una hora después, a las 21 horas, muchos han vuelto a asomarse a sus ventanas pero esta vez para protagonizar una estruendosa cacerolada con la que han querido reprochar a Pablo Iglesias, vicepresidente del Gobierno, que se saltase la cuarentena después de que Irene Montero diese positivo o incluso que se convocasen las manifestaciones del 8-M a pesar de que ya había casos confirmados de coronavirus en el país o "por faltar al respeto al Sr. Amancio Ortega, por olvidarse del pueblo al cual tanto quería hasta que ha llegado al poder", denunciaban algunos de los convocantes de esta cacerolada por las redes sociales.

Al igual que está ocurriendo en todo el país y en buena parte del mundo, los aplausos y las caceroladas los únicos gestos colectivos que facilitan que los vecinos se sienten acompañados por una comunidad que cuenta los días para que esta situación excepcional acabe.