Son las 10.30 horas y el goteo de vehículos circulando por las calles es constante. Muchos están rotulados y se ve a simple vista que pertenecen a empresas de sectores que continúan trabajando, pero también hay muchos coches de particulares. La Policía Local y Nacional están montando estos días controles para verificar que se cumple con el confinamiento decretado tras el estado de alarma y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. Los agentes patrullan las calles a pie controlando que los desplazamientos de las personas cumplen con los supuestos recogidos por el Gobierno y nadie se salta las medidas de aislamiento. También por carretera, donde las patrullas controlan que los desplazamientos obedezcan tan solo a motivos laborales, sanitarios o de primera necesidad, cumpliendo con las medidas de protección básicas como evitar que viajen varias personas en un mismo vehículo. Un equipo de INFORMACIÓN acompañó ayer por la mañana a los agentes en varios de estos controles repartidos por Elche. «¿A dónde se dirige usted?», es la pregunta más repetida por los policías.

Los agentes están realizando dos tipos de controles. Los estáticos, en los que los policías montan un punto de control en un lugar fijo y van parando a todos los vehículos que pasan por ese punto; y dinámicos, orientados más al tráfico de personas, a pie, por las calles de la ciudad. En estos últimos casos se vigila que los peatones vayan solos, sin familiares o amigos, que el desplazamiento obedezca tan solo a necesidades básicas y que se retorne inmediatamente a casa. Los agentes señalan que, en general, se están cumpliendo las medidas, como demuestra el hecho de que ayer apenas podía verse concentraciones de gente más allá de pequeñas colas en tiendas, panaderías y otros de los pocos comercios que pueden permanecer abiertos, si bien ya se han puesto decenas de multas en este sentido.

Precisamente, este tipo de aglomeraciones también son supervisadas por los agentes. Así, desde la Policía Nacional señalaron que es necesario guardar las distancias de seguridad en los accesos a las tiendas y supermercados. Las patrullas también paran a aquellos que van en grupos de gente, incluso en pareja. Las recomendaciones pasan por salir a la calle en solitario, evitar el contacto con otras personas y permanecer en la vía pública el tiempo indispensable para realizar la compra o las gestiones que aún están permitidas, como ir al médico. Durante las patrullas por las calles de la ciudad, los agentes dan el alto a dos hombres en Palmerales. «Venimos del comedor social», responde uno de ellos. «Es la segunda vez que te paramos, podéis ir, pero por separado», señala uno de los agentes. Lo mismo ocurre con dos mujeres en pleno centro de Elche, a las que se les insta a realizar sus gestiones por separado.

Sospechas

Los controles se reparten en lugares de tránsito habitual a la hora de acudir a los centros de trabajo, y también en las principales arterias de las ciudades. En los casos en los que sospechan que no se trata de un desplazamiento permitido, piden pruebas que acrediten el motivo de haber roto el confinamiento, como son justificantes expedidos por las empresas acreditando que deben ir al trabajo, o comprobantes de las citas médicas.

Los policías explican a los ciudadanos que saltarse las advertencias puede llevar acarreado importantes multas e incluso en los casos más graves se puede acabar en Comisaría, como el detenido en Elche el lunes tras haber sido identificado varias veces fuera de casa sin motivo.

El aburrimiento, como alegó este vecino ilicitano, no justifica quebrantar el confinamiento, y puede acarrear incluso consecuencias penales.