Con el objetivo de ayudar, principalmente, a los mayores y a las personas que están en una situación más vulnerable, las ambulancias de DYA multiplican estos días de crisis por el coronavirus sus esfuerzos acercando alimentos y medicamentos a los domicilios de todos los que necesitan sus servicios. "Hay gente que no puede salir a los mercados o las farmacias, nos hemos encontrado con el caso de un hombre que está recibiendo quimio y no puede ir a la farmacia del hospital a por sus medicamentos. Y también se dan situaciones de gente que no tiene dinero en efectivo en sus casas", asegura el coordinador de DYA en Elche, Antonio Tarí.

Con unas medidas de seguridad e higiene extremas, desde el servicio de ambulancias señalan que están recibiendo centenares de llamadas en su centralita y que muchas personas están ofreciendo sus servicios de forma desinteresada, aunque esta ayuda se está rechazando, salvo en el caso de los profesionales de la sanidad, para no entorpecer la labor en unos días delicados en los que cunde el nerviosismo.

Desde DYA también están pendientes de las reuniones y las resoluciones que llegan de Bienestar Social para determinar el protocolo a seguir con las personas que están sin hogar. "Esta gente habitualmente pasa desapercibida pero ahora, que no hay casi nadie por las calles, está más presente y hay vecinos alertándonos de la presencia de ciudadanos que están tirados con mantas, no podemos dejar que se conviertan en un foco de infección", expresa Tarí, que también añade que, al haber poco tránsito en la calle, las personas sin hogar no están recibiendo limosnas y se están quedando sin recursos.

La coordinación también resulta clave para poder llevar a cabo la misión de que los alimentos y medicinas lleguen a los hogares más necesitados, por lo que desde DYA señalan la importancia de no duplicar servicios. "El sentido común y la calma son la mejor receta, la ciudadanía tiene que ser consciente de que los supermercados no se van a desabastecer ni van a faltar los alientos de primera necesidad. Las colas en los supermercados también están jugando en nuestra contra", concluye Tarí.

Desde DYA también trasladan su preocupación por las personas que viven en el Camp d'Elx, principalmente los mayores, y son conscientes de que quedan muchos días de intenso trabajo por delante, en los que tendrán que seguir pendientes de los colectivos más vulnerables para hacerles llegar medicinas y alimentos a sus domicilios.