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Peligro en el puente de la Generalitat

Vecinos de Portes Encarnades denuncian la existencia de un canal de agua tapado con hierros oxidados y abiertos que supone un riesgo para los menores que juegan en el huerto

El presidente de la asociación de vecinos, José Gracia, señala con su bastón el hueco entre los hierros que hay en un canal situado junto al puente de la Generalitat. antonio amorós

Sus residentes consideran que viven en uno de los barrios peor tratados de Elche y son múltiples sus quejas, desde la ausencia de papeleras y bancos en los huertos al mal estado que presentan muchas de las aceras del barrio, pasando por la falta de poda de palmeras y de recogida de dátiles cuando se produce su caída. A todas estas reivindicaciones los vecinos de Portes Encarnades suman una nueva denuncia, la de un canal de agua que está en el huerto junto al Puente de le Generalitat, al cruzar la calle Pedro Juan Perpiñán.

Este canal que trae agua al huerto de palmeras está cubierto por una estructura de hierros que forma una especie de rejas. Los hierros están oxidados y, en algunos tramos, no están bien cerrados, por lo que dejan espacio suficiente para que se cuele un niño, lo que los vecinos de Portes Encarnades consideran todo un peligro, ya que son muchos los menores que acuden a divertirse a la zona. «A los niños les gusta venir aquí a jugar, simulan que están pescando, y un día podemos lamentar una desgracia», denuncia el presidente de la asociación vecinal del barrio, José Gracia, quien también reclama un semáforo para cruzar el paso de peatones que hay en las inmediaciones del Puente de la Generalitat, ya que hay carriles en ambas direcciones del tráfico.

Los problemas en Portes Encarnades no se detienen ahí. Son muchas las voces que se quejan de la falta de bancos y papeleras en los diferentes huertos que hay en el barrio, como en el caso del Hort del Pastoret, situado junto al centro de salud de El Raval, al que los jubilados acuden a pasear echando de menos un banco en el que poder descansar y compartir un rato de tertulia con los vecinos. Al margen de quejarse por lo que consideran una falta de cariño del Ayuntamiento, las reclamaciones también denuncian una gran falta de civismo ciudadano, sobre todo por parte de los más jóvenes, ya que los residentes aseguran que este huerto amanece la mayoría de los fines de semana ensuciado por los restos de botellones.

Tablao flamenco

Otro de los grandes males de este enclave ilicitano es el que muestran sus aceras, lo que ha llevado a presentar quejas al Ayuntamiento. Una de las calles más afectadas es la de Rubén Darío, conocida popularmente por sus vecinos, con cierta dosis de sorna, como el tablao flamenco, debido al baile de unas baldosas que no están correctamente fijadas al suelo. «La calle presenta un estado lamentable y es un peligro para los ciudadanos, especialmente cuando llueve. Por ello, solicitamos una rápida solución», reza el escrito que los residentes del barrio han presentado al Ayuntamiento.

Los problemas no acaban aquí. Por ejemplo, en el jardín Marcelino Domingo hay una valla arrancada desde hace meses que todavía no ha sido repuesta. También están arrancadas las canastas de baloncesto en la zona deportiva del Hort del Pastoret, un caso en el que se vuelve a poner de manifiesto la falta de civismo de muchos. «Arrancaron las canastas, las arreglaron y, a los dos o tres días, las volvieron a romper», lamenta uno de los jóvenes que acude a practicar deporte a este espacio.

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