El equipo de gobierno ha propuesto ahora a los placeros dejar el Mercado en la ladera del Vinalopó de manera definitiva, donde ejercen su actividad desde 2015 en unas instalaciones provisionales. Una ubicación que, precisamente, el PSOE denunció ante la Fiscalía hace un lustro, cuando el PP gobernaba, por incumplir el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), algo que también rechazó en su día Compromís. Los vendedores ya han desestimado la propuesta. El alcalde, Carlos González, anunció ayer haber trasladado a los placeros esta nueva alternativa hace semanas, que pasaría por hacer una «actuación integral» en la avenida del País Valencià y por la construcción de un parking subterráneo en la calle José María Buck.

El primer edil justificó el que ahora sí vea viable el emplazamiento, sobre una zona verde, porque «el urbanismo posibilita transformar a través del Plan General el uso de una parcela» y puso como ejemplo el solar de San Antón, donde han modificado el documento urbanístico para construir un centro social. Apuntó que «al igual que se puede hacer en esta zona de la ciudad (la modificación del Plan), se puede hacer en otra» y añadió que en su momento «criticamos que no se hubiera hecho correctamente, pero se puede hacer con el ordenamiento jurídico en la mano».

El regidor se refería a que hace cinco años, el PSOE, entonces en la oposición, se revolvió contra la apertura de las instalaciones provisionales y llegó a manifestar que veían en esta obra «un posible delito urbanístico o presunta prevaricación». Aludieron al PGOU al entender que esta normativa, en concreto el artículo 55, deja muy claro que en zona verde no se pueden levantar edificaciones ni instalaciones provisionales. Compromís también exigió la restauración de la zona.

Pese a ello, el regidor socialista dijo ayer que en caso de que los placeros apoyaran al Ayuntamiento con esta idea y renunciaran al contrato firmado con Aparcisa, «plantearíamos otro proyecto de futuro para la plaza de las Flores y de la Fruita», sin edificio de abastos. De cualquier manera, el alcalde también ha vuelto a poner sobre la mesa de los placeros la opción de trasladar sus puestos a un nuevo mercado rehabilitado pero sin el parking subterráneo. Todo ello amparándose en el informe de Icomos que advierte de la incompatibilidad de la obra con el Patrimonio de la Humanidad del Misteri y la necesidad de proteger el refugio de la Guerra Civil. Para el regidor socialista ya «no hay otras alternativas viables» y reiteró estar dispuestos a negociar y a garantizar los «derechos a los placeros para que no salgan perjudicados».

Consciente de que el tiempo apremia, Carlos González insistió en buscar soluciones con prontitud y no eternizar todavía más este conflicto. También rindió cuentas sobre los trámites de la rescisión del contrato y aseguró que el expediente se encuentra en «un estado muy avanzado y próximo a su conclusión».

Los placeros y el PP

Los vendedores del mercado provisional reiteraron ayer que se niegan a cualquier otro proyecto que no sea la concesión pública que firmaron con Aparcisa en 2015 para trasladarse a un nuevo mercado con parking subterráneo. El colectivo tachó de «vacía de contenido» la propuesta del alcalde al verla como «una nueva promesa y un alargamiento de plazos y de tiempo sin garantía tan siquiera de que se vaya a llevar a cabo».

También reprocharon no tener garantías de continuar en el nuevo mercado al exigir «una renuncia previa a los derechos que tenemos con Aparcisa y que vienen derivados de una concesión pública, otorgada por el Ayuntamiento», dejando abierta la posibilidad de renunciar incluso a una indemnización. El PP tampoco tardó ayer en salir a criticar públicamente la nueva alternativa del alcalde y en defender el proyecto adjudicado. Su portavoz, Pablo Ruz, recriminó al primer edil su cambio de postura sobre la ubicación del provisional. « Lo más peligroso es que tenemos un alcalde que no es coherente con sus acciones; en 2015 el mismo Carlos González calificaba al mercado provisional como una autentica infracción urbanística». Lo acusó de «desfachatez y de improvisación» y aseguró que el pliego del contrato recoge que la ladera debe «volver a ser una zona verde» por lo que no cabe modificar el PGOU» .

Reclaman «celeridad extrema» a Cultura para cubrir los restos

El equipo de gobierno alegará contra el recurso de Aparcisa que ha bloqueado las obras para acondicionar la plaza de las Flores

El equipo de gobierno presentará alegaciones el próximo lunes contra el último recurso de Aparcisa que ha hecho que la Conselleria de Cultura no autorice por ahora al Ayuntamiento a retirar el vallado del Mercado y a cubrir los restos arqueológicos, tal y como ayer publicó este diario.

El alcalde, Carlos González, reclamó «celeridad extrema» a la administración autonómica para resolver este bloqueo a fin de acondicionar los alrededores del edificio de abastos tras tener adjudicadas desde hace semanas las obras.

También defendió que el Ayuntamiento tiene el «perfecto derecho a ordenar que no continúen las excavaciones», motivo por el cual la concesionaria ha elevado el recurso de alzada a la Conselleria de Cultura al considerar que va en contra del contrato firmado.

El regidor socialista reprochó a la mercantil la «maniobra» empleada y dijo que esto «solo perjudica a los intereses de vecinos y comerciantes». Reconoció que la situación en la que se encuentra la zona les «preocupa» e insistió en que su «objetivo es revitalizar el centro histórico, con el Plan Centro, desbloqueando la situación del Mercado Central e impulsando un nuevo proyecto de futuro para ese espacio tan valioso».

Defendió, además, estar «trabajando con total determinación para conseguir ambos objetivos».

Sin embargo, ahora, una vez resuelva la Conselleria el recurso, cuyos plazos son inciertos y en función de cómo lo solucione, también tendrá que decidir acto seguido si da permiso al Ayuntamiento para seguir con sus planes de acondicionar la zona contra los deseos de Aparcisa. En caso contrario, se vislumbra un escenario más complejo con el entorno del Mercado, cada vez más degradado.