San Antón tendrá edificios sociales de diseño y modernos para romper con la imagen tradicional del barrio degradado y marcado por la hilera de bloques iguales. El Ayuntamiento de Elche presentó ayer el cuarto piso que se construirá entre 2021 y 2022 con los fondos del Gobierno central y de la Generalitat Valenciana para alojar a los vecinos de este enclave que residen en casas declaradas en estado de ruina.

La empresa municipal Pimesa ha aprobado ya el estudio previo de edificación para levantar nueve plantas con 54 casas, dos locales comerciales y un garaje de dos sótanos. La previsión del alcalde, Carlos González, es contar con el proyecto básico y de ejecución antes del verano para poder licitar la obra en 2020. Su plazo de ejecución será de 20 meses.

El presupuesto de este edificio, que recuerda a los que se están levantado en otras zonas de la ciudad en auge, como Travalón, tendrá que concretarse en las próximas fases, aunque según el regidor socialista, rondará los 5,2 millones de euros, como el tercero, y no está previsto que aumenten los costes al tratarse de una iniciativa de viviendas sociales. De hecho, las dimensiones de las casas serán similares: de entre 45 y 62 metros cuadrados; y el precio que tendrán que pagar los vecinos similar: entre 15.700 y 23.000 euros.

El bloque se localiza en la calle Obispo Cubero esquina con la calle Francesc Cantó, con fachada a la rotonda que da acceso a la carretera Elche-Santa Pola (CV-865) y al barrio de Travalón. Carlos González destacó la «imagen moderna, dinámica y vanguardista» de la construcción para aportar «diversidad» frente a la homogeneidad del barrio tal y como ahora lo conocemos. De hecho, los cuatro nuevos edificios que hay en marcha no serán semejantes y en la urbanización el Ayuntamiento ilicitano ha proyectado calles peatonales.

El primero ya está habitado, mientras que para el segundo, después de llevar un año construido, el compromiso del alcalde es que se entreguen las llaves en marzo. González justificó el retraso en la entrada de los vecinos a las viviendas por el conflicto que les obligaba a tributar por las subvenciones, algo que ya está resuelto tras las gestiones municipales. Por último, el tercer inmueble de San Antón está al 15% de ejecución y acabará de levantarse el próximo año.

Para la demolición de los viejos todavía no hay plazos cercanos. El primer edil ha asegurado que el derribo del primer bloque se producirá cuando estén las 300 familias trasladadas a las viviendas nuevas, para después de 2022, aproximadamente.Segunda fase

Asimismo, el equipo de gobierno se ha propuesto seguir avanzando en la regeneración de San Antón y acabar el mandato con la segunda fase «encauzada», dijo ayer González. Por eso, el 12 de marzo mantendrá una reunión con el Consell para captar financiación y poder construir otras 400 viviendas.

El regidor apuntó estar frente a «una gran actuación urbana con una gran repercusión de orden social, porque no sólo afecta a la reconstrucción de un barrio de 15 edificios y demás de mil viviendas, sino que va a tener un impacto directo sobre más de mil familias, sobre entre 3.500 o 4.000 personas».

Finaliza la construcción de 1.320 nichos en el Cementerio Nuevo

El Cementerio Nuevo cuenta con 1.320 nichos nuevos (936 sencillos y 384 dobles) tras culminar el Ayuntamiento la última ampliación. «Hemos llevado a cabo una gran actuación sin precedentes en la última década con una inversión de más de 1,3 millones de euros en las obras para resolver un problema con el que nos encontramos cuando llegamos al gobierno municipal», dijo el alcalde, Carlos González. El primer edil se refirió a haber tenido una oferta «muy ajustada» de nichos para las defunciones y destacó la necesidad de «resolver la tensión generada y atender de inmediato a las necesidades futuras». Con esta construcción, el equipo de gobierno pretende atender la demanda de los próximos cinco años.