Las obras para devolver a la normalidad el entorno del Mercado Central, hasta que se decida el futuro del edificio, dependen todavía de un último permiso de la Conselleria de Cultura. Pese a que la intención del Ayuntamiento fue haber comenzado la pasada semana, al tener ya adjudicados los trabajos a una empresa, el alcalde, Carlos González, aseguró ayer que están a la espera de la última autorización.

La previsión municipal es que sea «inminente» el arranque de la actuación, después de haberse comprometido el primer edil a tener en el primer trimestre del año la zona acondicionada. La empresa está a la espera de recibir la orden para poder comenzar y tiene establecido en el contrato un plazo de un mes para ejecutar la obra. No obstante, su estimación es recortar los plazos y prevé un máximo de 10 o 15 días para agilizar la apertura de la zona al peatón, lo que es una prioridad.

La actuación implicará la retirada de vegetación y la limpieza de fondos de las excavaciones arqueológicas. Además, se procederá a la colocación de geotextil para la protección de los restos y se rellenarán las zanjas.

También se rematará la zona con una solera de hormigón armado y se instalará una arqueta de registro en la entrada del refugio de la Guerra Civil, hallado en la plaza de las Flores recientemente. Por último, la empresa retirará el vallado que rodea buena parte del edificio de abastos.

El presupuesto es de 50.000 euros y el equipo de gobierno realizará la obra de manera subsidiaria, ya que tiene previsto pasarle después la factura a la concesionaria del proyecto, Aparcisa. La mercantil rechazó hacerse cargo de esta actuación porque considera que va en contra del contrato. También apuntó a que la petición municipal carece de soporte legal, no es exigible por la Administración y es «contraria a los acuerdos signados y adoptados para la ejecución del proyecto».