La Fiscalía pide 11 años de prisión a dos acusados de agredir y retener a una mujer y a su hija pequeña en marzo de 2011 en lo que los agentes sospechan que se trata de un ajuste de cuentas. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el asalto lo cometieron cinco personas, de las que tan solo se ha logrado identificar a dos. El día de los hechos se habrían personado primeramente tres de ellos en la vivienda y tras tocar a la puerta y «esperar a que la mujer abriera, la empujaron» y, una vez dentro le arrebataron de los brazos a su hija pequeña, le pusieron un cuchillo en el cuello a la menor y amedrentaron a la mujer para que no gritara.
Siempre según las diligencias del fiscal, después la introdujeron en una habitación «comenzando a golpearle en la cabeza, al tiempo que le pedían el dinero que tuviera en la casa». En ese momento, la víctima les dijo que tan solo tenía joyas, por lo que les entregó un reloj que tenía y 30 euros que llevaba en el bolso. Los asaltantes rebuscaron en la vivienda, pero no encontraron nada, por lo que llamaron a otras dos personas, que entraron en la vivienda con la cara cubierta para no ser identificados.
Al llegar, comenzaron a registrar de nuevo el domicilio y encontraron una cartilla bancaria. «Tras amedrentar de nuevo a la víctima, le pidieron los códigos de seguridad de la misma para extraer dinero; posteriormente la maniataron con unas bridas y la dejaron en la habitación, permaneciendo en el lugar durante un tiempo y yéndose de allí al rato, sin soltarla», continúa la calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso este diario. No consta que consiguieran el objetivo de sacar dinero desde la cartilla bancaria, por lo que la Fiscalía pide indemnizar con el valor del reloj y esos 30 euros a la víctima, además de por los daños físicos y morales ocasionados.
Vecinos
Al rato, la mujer salió de la habitación, tras comprobar que ya no se escuchaban ruidos en la casa, y tras pedir ayuda a los vecinos, estos les quitaron las ataduras.
Uno de los acusados es un participante directo en el asalto, mientras que el otro está identificado, según la Fiscalía como la persona que «realizó los días antes toda la labor de identificación y vigilancia de las víctimas y su domicilio, dando todos los datos relevantes para cometer un delito». La pena pedida para este segundo acusado es la misma que para el autor directo, ya que «sin esa información no habría podido cometer» el delito.
Los investigadores piensan que se trataba de un ajuste de cuentas porque uno de los dos acusados declaró tras su detención que el objetivo era darle un susto a su marido, si bien no se ha podido probar el porqué. El juicio se suspendió ayer y está previsto que vuelva a señalarse durante el próximo mes de marzo.
