El alcalde, Carlos González, visitó ayer los terrenos que ha cedido el Ayuntamiento de Elche a la Conselleria de Sanidad para construir un nuevo centro de salud en el barrio de Travalón, junto al barranco de San Antón. Lo hizo acompañado de las ediles de Urbanismo y Sanidad, Ana Arabid y Mariola Galiana, respectivamente, para aplacar, entre otras cosas, la lluvia de críticas de la oposición por tratarse de una parcela con riesgo de inundaciones.

El primer edil defendió que el solar «es perfectamente apto y adecuado» para la construcción del centro sanitario y descartó peligro alguno porque la parcela se encuentra dentro de una zona urbanizada contemplada por el Patricova como una zona de inundabilidad con varios edificios construidos.

Los terrenos cuentan con 4.328 metros cuadrados de superficie y el inmueble se pretende levantar en una franja de 1.600 metros cuadrados en la zona oeste dondelos técnicos no ven riesgo. Los informes técnicos, entre ellos el de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), han dictaminado favorablemente y aseguran que se puede construir con la adopción de una serie de medidas similares a las que se han aplicado en las parcelas de alrededor y que ya están edificadas.

No obstante, su construcción no será ni mucho menos inmediata, todavía no hay plazos concretos ni presupuesto. Y todo depende de la Conselleria de Sanidad que es la que ahora tiene que licitar la redacción del proyecto, algo que tardará un año, según ha estimado el alcalde, y después licitar la obra. El compromiso que hay por parte del Consell, tal y como señaló González, es acabar el mandato (2023) con el centro de salud construido. De enetrada, el equipo de gobierno aprobó en el pleno del lunes modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para construir un nuevo centro de salud en la calle Juan Alcalde Rizo.

La oposición votó en contra. PP, Ciudadanos y Vox rechazaron la ubicación del futuro centro sanitario escogida por el ejecutivo local por el riesgo de inundabilidad que advierten varios informes. El edil no adscrito, Eduardo García Ontiveros, también cuestionó el emplazamiento y preguntó por los sobrecostes que podría generar la construcción de un centro con estos condicionantes.

La edil de Urbanismo, Ana Arabid, llamó a la oposición «alarmista» y aseguró que el solar cuenta con todos los informes preceptivos y con medidas de seguridad y correctoras. Destaca, por ejemplo, que el edificio se ubicará en una franja fuera de riesgo, que la planta baja será para almacenaje y garaje y que los alrededores de las instalaciones no se asfaltarán por precaución. Esos argumentos no convencieron a la oposición, que pidió al ejecutivo local buscar otra parcela después de que el expediente lleve tramitándose desde 2017.

Reivindicación histórica

Este centro de salud está pensado para descongestionar las instalaciones de Altabix, saturadas desde hace años por el crecimiento de los barrios de alrededor. La propia Federación de Asociaciones de Vecinos se ha venido haciendo eco en los últimos años de problemas de desorganización de citas, ausencia de cartelería adecuada, así como de la saturación y desorganización en las extracciones de sangre. El principal problema es que el centro de salud de Altabix atiende a casi 44.000 pacientes, cuando la cifra no debería pasar de 25.000 usuarios.