La Corredora de Elche está a punto de despedir a uno de sus establecimientos con más antigüedad. La Papelería y Librería Agulló ha colgado el cartel de liquidación por cierre y ha empezado a despedirse de su clientela, para bajar la persiana para siempre después de 130 años dando vida al comercio del centro. El establecimiento cerrará definitivamente en mayo.

La crisis por la que atraviesa el comercio del centro de la ciudad, sumada a los cambios de hábito de consumo, que perjudican a las tiendas tradicionales, ha llevado a los actuales propietarios de la papelería ilicitana a planificar el cierre de una tienda centenaria que abrió sus puertas en 1885. Su fundador fue José Agulló Sánchez, quien apostó en aquella época por abrir una librería en pleno centro de la ciudad. Un espacio que a lo largo de su historia ha acogido eventos literarios y jornadas para difundir la cultura en pleno corazón ilicitano.

Este negocio ha estado ligado la mayor parte de su historia a la familia Agulló. Tras José Agulló Sánchez tomó el relevo al frente del establecimiento José Agulló Soler, quien cedió el testigo a su hijo José Agulló Almela. Él lo dejó en manos de sus herederos, que lo han mantenido operativo durante los últimos años, en los que la rentabilidad ha ido en descenso.

El establecimiento ha tratado de conservar la mayor parte del tiempo todo su mobiliario, para que no perdiese su identidad, a pesar de que la librería inicial acabó transformándose en una imprenta y papelería, que es como va a cerrar sus puertas.

«Se trata de un establecimiento que ha tratado de adaptarse a los tiempos, nació con vocación de librería y acogía varias actividades. En los inicios tenía más metros de establecimientos que los que tiene abiertos al público ahora, pero con el paso de los años se transformó en imprenta y librería, para atender las necesidades de su clientela», explicaban ayer desde la Imprenta Agulló, donde querían destacar la «gran labor que realizó José Agulló Almela para que la imprenta saliese adelante».

Antecedente

Se da la circunstancia de que en poco menos de un año la Corredora se va a quedar sin imprentas. El próximo cierre de Agulló se suma al que hace unos meses protagonizó la Imprenta Segarra, que con más de cien años de historia se despidió de su clientela hace unos meses, dejando al centro de la ciudad de Elche sin otro de sus establecimientos históricos.

Los cierres continúan en la zona centro

La tienda de maquillaje Kiko también abandona el casco histórico ilicitano y en agosto de 2020 lo hará Bar Villalobos

La despedida que ha anunciado la Imprenta Agulló no es la única que se ha dejado sentir estos días en la calle Corredora. Otro establecimiento, Kiko, ha echado el cierre. Ayer los empleados de esta tienda de maquillaje desmontaban el comercio. Muy cerca de este establecimiento, está previsto que cierre este verano Bar Villalobos.

De esta forma, el centro de la ciudad sigue perdiendo masa comercial, a la espera de que el Ayuntamiento ponga en marcha las obras previstas para este mes de agosto, cuando se espera que arranquen las obras para peatonalizar la Corredora y, así, dar un nuevo aspecto más amable al casco histórico, que contribuya a la reactivación comercial.

Un proyecto, no obstante, que a colectivos, como la Asociación de Comerciantes del Centro de Elche (ACCE), les parece poco si no va acompañado de otro tipo de medidas que contribuyan a volver a hacer del centro de la ciudad un lugar en el que la actividad comercial vuelva a ser rentable. Para este colectivo de comerciantes la falta de plazas de aparcamientos y la demora en la resolución del Mercado Central siguen lastrando al casco histórico, donde el cierre de establecimientos no cesa, y donde los comercios que resisten buscan fórmulas, como el traslado de calle, para mejorar sus ventas.