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La UMH avanza en la estimulación cerebral para rehabilitar a pacientes con lesiones medulares

La Universidad demuestra el beneficio de combinar electrodos con exoesqueletos para ayudar a caminar a personas que han sufrido un accidente

Sesión de rehabilitación con electrodos y exoesqueletos realizada en el Hospital Nacional de Parapléjicos. UMH

La rehabilitación para ayudar a volver a caminar a los pacientes que han sufrido una lesión medular se ha hecho tradicionalmente de abajo hacia arriba. Es decir, un fisioterapeuta ayuda a mover las piernas para reforzar los mecanismos neuronales del afectado. Repitiendo movimientos se busca la plasticidad que restaure las conexiones cerebrales. El proyecto nacional en el que participa el grupo de investigación de la Universidad Miguel Hernández (UMH) que dirige el catedrático José María Azorín ha conseguido dar una vuelta de tuerca a este tipo de rehabilitación tradicional a través de los avances que ha logrado en la estimulación cerebral.

La investigación apuesta por actuar primero en el cerebro para que repercuta en las extremidades. Para ello se combina un interfaz cerebro-máquina que detecte los patrones de la persona implicados en la marcha con un exoesqueleto. La gran novedad de este proyecto es que también aplica una estimulación cerebral con la técnica TCS, a través de corriente directa transcraneal. «Utilizamos un casco con electrodos para emitir durante quince minutos señales de estimulación de baja amplitud y seguras. Tras ello, empieza una sesión de rehabilitación en la que se utilizan la interfaz cerebro-máquina y el exoesqueleto», explica el propio Azorín.

En este proyecto, que ha concluido tras cinco años de investigación, la UMH colabora con el CSIC, a través del Instituto Ramón y Cajal de Madrid, el Hospital La Fe de València y el Hospital de Parapléjicos de Toledo. La Universidad ilicitana también ha realizado pruebas con el mismo protocolo en el Hospital de San Vicente del Raspeig en las que el exoesqueleto se sustituye por una pedalina motorizada. Hasta la fecha se han hecho pruebas de usabilidad y los participantes en el proyecto buscan ahora financiación para realizar pruebas clínicas que demuestren que el sistema mejora la rehabilitación actual de los pacientes.

La labor de los investigadores no se detiene ahí y ya ha dado comienzo otra fase del proyecto para que el uso de los exoesqueletos no se limite a las rehabilitaciones en los entornos hospitalarios y los pacientes puedan salir con ellos a la calle. «Se trata de remplazar las sillas de rueda en entornos reales aunque nos encontremos con casos de discapacidad severa. El problema es que, ahora, nadie en su sano juicio utilizaría un exoesqueleto y un casco con electrodos ante un semáforo», sostiene el investigador.

Esta nueva fase de la investigación la desarrollará la UMH con el Hospital de Toledo y la Universidad de Houston y en ella se buscarán resolver problemas como la aparición de obstáculos en entornos reales o los cambios de dirección. Para ver estos resultados, habrá que esperar hasta finales del próximo año.

Reducir el tiempo de las pruebas y el coste, próximo reto

Reducir el tiempo de las pruebas y el coste, próximo retoLa investigación en la que participa la UMH para ayudar en la rehabilitación de las personas con lesiones medulares a través de la estimulación cerebral se enfrentará a diversos retos durante los próximos años. Entre ellos, destacan los de reducir el tiempo de duración de las pruebas, que actualmente supera las dos horas, a 45 minutos y el coste de las mismas, ya que un exoesqueleto vale 60.000 euros y un equipo de estimulación 80.000 euros.

Pequeños engaños a los afectados para descartar un posible efecto placebo

La primera fase del proyecto de investigación ha durado cinco años y ha contado con un presupuesto de 167.000 euros

Cinco años han estado trabajando los investigadores de la UMH junto a los del CSIC y los hospitales de La Fe de València y el de Tetrapléjicos de Toledo para avanzar en la estimulación cerebral que se aplica en las rehabilitaciones de pacientes con lesiones medulares. El proyecto ha contado con 167.000 euros de presupuesto y los científicos han recurrido a pequeños engaños para descartar un posible efecto placebo. «Hay grupos a los que les poníamos los gorros con electrodos y no les estimulábamos, aunque ellos no lo sabían. Sí que detectamos que los estimulados ofrecían una respuesta mejor», asegura José María Azorín.

En esta investigación realizada entre cuatro instituciones, la UMH se ha encargado de desarrollar la estimulación, el Hospital de Toledo ha aportado a pacientes con lesiones medulares y La Fe a afectados por un ictus. El grupo de la Universidad ilicitana continúa ahora la segunda fase del proyecto con el Centro Nacional de Parapléjicos y la Universidad de Houston, con el objetivo final de que las personas con lesiones crónica, al menos, puedan sustituir las sillas de rueda por exoesqueletos, un cambio que Azorín considera clave a nivel psicológico: «Es muy importante que los lesionados estén a la misma altura que el resto, que les puedan mirar a la cara».

Uno de los grandes contratiempos para el proyecto es el del elevado coste que tienen actualmente los exoesqueletos, por lo que el grupo de investigación de la UMH trabaja en el desarrollo de prototipos low cost.

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