«Una compañera se quedó rezagada con malestar en la rodilla y me quedé con ella, porque no es una carrera para competir si no para ayudar». Ya pasaban las tres de la madrugada cuando Estrella García llegaba a la meta de la Transilicitana.Era la primera vez que participaba después de que una lesión le impidiese tener una dorsal en la edición anterior de esta carrera de 100 kilómetros y 24 horas en la que se pone a prueba la fuerza mental para no desfallecer en el camino.

De los 870 corredores y caminantes que iniciaron el recorrido el sábado a las 08 horas, finalmente 637 completaron la prueba al completo, entre ellos 520 hombres y 117 mujeres. En la categoría femenina supone un 19% de participantes las que fijaron una marca, un 11% más que en la anterior edición. En cuanto a los abandonos, fueron 233 quiénes se rindieron en algún tramo del recorrido por diversos motivos como agotamiento físico, molestias estomacales o torceduras.

La transilicitana toma Elche

La transilicitana toma Elche

Desde la Policía Local, organizadora de la prueba, señalan que hubieron pocas caídas aunque uno de los voluntarios ciclista que sí sufrió una grave al caerse en el Barranco del Grifo. La organización descarta daños en el medio ambiente y que la señalización con cintas a lo largo del litoral se retirará en los próximos días. Apuntan, además, que gracias al éxito de la prueba plantean aumentar el número de dorsales en 2021. Lo cierto es que esta prueba va más allá del deporte, ya que se trata de una oportunidad no sólo para conocer el patrimonio local a través de una diversidad de sendas y entornos naturales como el Pantano, si no también para poner a prueba las emociones y la resistencia física y mental. «Hay muchos momentos de bajón y sobre todo en algunos tramos como la bajada a la antena de Castro, muy técnica y larga», señala Diego Agulló, otro ilicitano que logró llegar al final junto a uno de sus dos amigos, ya que el otro tuvo que abandonar pasado el meridiano. Una buena parte de los participantes señalan que a partir del kilómetro 66 es cuando verdaderamente empieza la Transilicitana «porque ves que ya estás en la ciudad y te queda lo peor», señala Estrella García. A las 07.50 horas llegó la última pareja de caminantes para poner fin a un día que volvió a tener una nueva pedida de mano como en 2019 y lágrimas de satisfacción, muchas lágrimas.