El Ayuntamiento de Elche pagará 12 millones de euros a los bancos en todo 2020 para continuar saldando su deuda financiera y acabar el año debiendo 21,3 millones de euros. No obstante, el equipo de gobierno tiene previsto pedir otro préstamo de 5,7 millones de euros entre abril y mayo para poder hacer frente a parte de las inversiones a las que se ha comprometido, entre ellas la peatonalización de la Corredora o la modernización del Centro de Congresos. Con esta operación el Consistorio ilicitano acumula una decena de créditos.

Pese a que el equipo de gobierno asegura que las arcas municipales están ya saneadas y presume de su capacidad inversora (casi 40 millones para 2020), al final acabará este año recurriendo de nuevo a los bancos, con lo que acumulará una decena de préstamos. La razón que da la edil de Hacienda, Patricia Macià (PSOE), para justificar la nueva operación es que hay inversiones que al no ser sostenibles no se pueden financiar con remanente de tesorería (el dinero sobrante del año anterior). Con esta cantidad solo se puede amortizar deuda o ejecutar unos proyectos muy concretos (asfalto, aceras, alumbrado, entre otros). «Cuando se quiere hacer una inversión que no sigue estos criterios, la Administración local tiene que recurrir a un préstamo o a la autofinanciación, el dinero que procede de los ingresos corrientes que genera el Ayuntamiento», señala.

El principal problema que pilota sobre todo esto es la ley de estabilidad presupuestaria que deben cumplir las entidades locales. De ahí que el equipo de gobierno y la edil de Hacienda insistan en la necesidad de flexibilizar la legislación para evitar tener que recurrir a un préstamo.

«Si el remanente de tesorería nos lo permitieran dejar utilizar en gasto corriente o abrieran el abanico de las inversiones financieramente sostenibles, que no fueran tan tasados, entonces no recurriríamos a préstamos, tendríamos dinero», apunta Macià.

Los proyectos

Este nuevo préstamo que contraerá el Ayuntamiento tendrá dos años de carencia y se amortizará durante diez años. Además de la Corredora o el Centro de Congresos están supeditados completamente o una parte a esta operación la reordenación al tráfico en el centro, la renovación del alumbrado, la redacción del proyecto del polideportivo inclusivo (una parte se financiará con fondos Edusi), la adquisición de máquinas de parques y jardines, equipos de telecomunicaciones, la Oficina Municipal de Atención al Ciudadano, Omac digital (una parte se financiará con fondos Edusi), la señalización dinámica de los aparcamientos, la modernización del Gran Teatro, la reforma de la rotonda municipal, renovación de instalaciones deportivas, las subvenciones para la rehabilitación de viviendas, así como los proyectos de construcción de centros socioculturales en Torrellano, El Altet y Arenales.

Respiro

Lo positivo para las arcas municipales de Elche es que este año está previsto que los gastos financieros, que ascienden a 315.743 euros, bajarán en un 44% respecto al presupuesto de 2019, debido a la reducción de los tipos de interés y a la bajada del capital pendiente de amortizar. Otro de los alivios para el Ayuntamiento es que a lo largo de 2020 vencen tres préstamos, uno de 30 millones de euros; otro de 7,3 millones y otro de 1,3 millones de euros.

El más cuantioso procede de una refinanciación y se aglutinaron varios préstamos en unos para tener unas mejores condiciones financieras.

El Ayuntamiento cuenta con 196,4 millones de euros de presupuesto para este año y las operaciones de crédito suponen 21,4 millones de euros, lo que representa el 10,8%. «Un dato positivo que hay que tener en cuenta después de haber tenido una deuda mucho más superior años atrás», afirma la concejal socialista.

El endeudamiento de las arcas municipales actual contrarresta con creces con el pico más alto alcanzado en el año 2011, cuando el Consistorio ilicitano alcanzó el récord de deuda y superó los 173 millones.

Hacienda dispone de un plan de vencimientos de la deuda hasta 2032 en la que se contempla no solo lo que debe el Ayuntamiento a las entidades bancarias, sino también la Participación de Ingresos del Estado (dinero que adelantó el Gobierno central al Ayuntamiento para funcionar tras el estallido de la crisis), que deberá devolver la Administración local ilicitana anualmente por un plazo máximo de una década sin intereses.

De este modo, la deuda total que aspira a tener el Ayuntamiento al vencer 2020 es de 29,9 millones, mientras que al final del mandato, en 2023, será de 15,8 millones. No estará formalmente a cero hasta 2031, según las previsiones actuales, que eso sí, desde el departamento indican que podrán variar si se sigue adelantando el pago a los bancos.