Más de la mitad de los estudiantes de ocho de los 21 grados de la Universidad Miguel Hernández (UMH) que están registrados en la herramienta Qué Estudiar y Dónde en la Universidad (QEDU) están afiliados en la Seguridad Social cuatro años después de culminar sus estudios universitarios en un grupo de cotización inferior a su nivel formativo, es decir un 38,1% del alumnado. Este es uno de los datos más importantes que arroja la aplicación desarrollada por el antiguo Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cuyo principal objetivo es el de orientar a los jóvenes que van a iniciar la formación superior.

La herramienta ofrece una radiografía de la situación de los egresados año a año hasta que se cumplen cuatro años desde que finalizaron sus estudios. Para realizar la encuesta, cruza los DNI de los estudiantes de todas las universidades españolas con los de la Seguridad Social para ofrecer una serie de parámetros muy interesantes. En el caso de la UMH, aunque no haya información de todos los grados, la datos que ofrece QEDU dejan a las claras las dificultades que tienen los jóvenes para dar el salto al mercado laboral y lo complicado que es encontrar unas condiciones salariales dignas. Sin ir más lejos, más de la mitad de los estudiantes de Bellas Artes, Comunicación y Relaciones Públicas, Ciencias Políticas y Gestión Pública, Relaciones Laborales y Recursos Humanos, Administración y Dirección de Empresas, Periodismo, Ciencias Ambientales y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte cotizan en un segmento inferior al de su formación académica.

La otra cara de la moneda la protagonizan los estudios correspondientes a la rama de Salud y Servicios Sociales, sobre todo para los alumnos que cursan Podología y Fisioterapia. En el primer grado, el 96% de los estudiantes cotiza en su segmento correspondiente a los cuatro años y la tasa de afiliación es del 88%. En el caso de Fisioterapia, coinciden tanto el segmento de cotización como la tasa de afiliación en el 89%. El tercer grado que aparece de Salud y Servicios Sociales, Terapia Ocupacional, no presenta unas estadísticas tan brillantes pero aún así rebasa holgadamente el 50%, con el 65% de los jóvenes cotizando en su segmento y una tasa de afiliación del 73%. La mejor estadística en la UMH la presenta el grado de Ingeniería Agroalimentaria y Agroambiental, con el 100% de los estudiantes en su fracción correspondiente desde el segundo año y una tasa de afiliación del 86% tanto en el tercer año como en el cuarto.

Mecánica y Biotecnología

Otros grados que salen muy parados con QEDU en cuanto al segmento de cotización son los de Ingeniería Mecánica y Biotecnología. En cuanto al primero, el 92% de los estudiantes cotiza en su franja correspondiente a los cuatro años de haber concluido la formación, mientras que la tasa de afiliación es un poco más baja que en otros grados, quedándose en el 76%. Por su parte, en Biotecnología, el 90% de los alumnos cotiza en el segmento acorde a su nivel académico mientras que la tasa de afiliación se queda igualmente en el 76%.

La estadística de las tasas de afiliación también escenifica muy bien la situación que se van a encontrar los jóvenes al finalizar su paso por la UMH. En la mayor parte de los casos, como es lógico, crece año a año, puesto que son muchos los alumnos que, una vez concluidos los grados, optan por seguir formándose. Son ocho las carreras de la Universidad ilicitana que presentan una tasa de afiliación a la Seguridad Social superior al 80% cuatro años después. De mayor a menor: Fisioterapia (89%), Podología (88%), Ingeniería Agroalimentaria y Agroambiental (86%), Administración y Dirección de Empresas (85%), Ingeniería de Tecnologías de Telecomunicación (83%), Ciencias Políticas y Gestión Pública (82%), Ingeniería Eléctrica (82%) y Relaciones Laborales y Recursos Humanos (82%).

Con todo, desde la UMH advierten sobre ciertas limitaciones que presenta la herramienta del ministerio, como los colectivos que no cotizan en la Seguridad Social, que suponen un 5% de los egresados. Tampoco se tiene en cuenta a los estudiantes que están trabajado en el extranjero y que, por tanto, no cotizan dentro del sistema español.

«El 95 por ciento de los egresados que quieren trabajar, lo consiguen»

El director del Observatorio Ocupacional explica cómo son las técnicas de la UMH que fomentan la inserción laboral

Más allá de las estadísticas que ofrece el antiguo Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidad, que señalan que los estudiantes del 40% de los grados de la Universidad Miguel Hernández (UMH) cotizan por debajo del segmento acorde a su formación a los cuatro años de haber concluido la enseñanza, en la institución académica señalan que «entre el 90 y el 95% de los egresados que quieren trabajar se mantienen en activo». Estas palabras son del director del Observatorio Ocupacional de la UMH, Domingo Galiana.

«Los informes propios que elaboramos nosotros nos dan esas cifras. La información que ofrece la herramienta Qué Estudiar y Dónde en la Universidad (QEDU) también es de gran ayuda porque lo que hace es cruzar los datos entre estudiantes y afiliados a la Seguridad Social, no es una mera encuesta sobre qué tal estás en el trabajo. Ofrece una completa radiografía de todo el mercado laboral, permite hacer comparativas entre universidades y es muy útil para los jóvenes que no tienen clara su vocación», sostiene el director del Observatorio Ocupacional.

Más allá de ello, Galiana explica el funcionamiento del departamento que dirige, destinado a dar soporte a los egresados y gestionar las prácticas en empresas. «Nuestra finalidad es que se empoderen los titulados. Para ello les proponemos desafíos y retos, es la mejor forma de aprender más allá de la teoría. Las prácticas son muy beneficiosas porque permiten que el estudiante entre en contacto con empresas, organizaciones y entidades públicas», asegura.

Gestión de prácticas

La gestión de las prácticas supone el 80% del trabajo que se realiza en el Observatorio Ocupacional de la UMH. Su labor no se detiene ahí, ya que esta unidad también edita publicaciones y libros sobre cómo afrontar las entrevistas de trabajo o la preparación correcta de currículos. También organiza talleres destinados al manejo óptimo de las redes sociales, principalmente LinkedIn. Y pone en marcha eventos como el EmpleoWeekend, que tendrá lugar los próximos 12 y 13 de marzo, o el EmprendeWeekend, en los que se traslada información clave a los estudiantes. El primero permite que los jóvenes conozcan de primera mano a los empleadores y demuestren a las empresas su talento, mientras que el segundo está más enfocado hacia las ideas de negocio.