El Juzgado de Instrucción 1 de Elche acogió ayer la comparecencia para notificar los cargos y la apertura de un procedimiento previsto en la Ley del Jurado contra la acusada de asesinar a sus dos gemelos, a los que tuvo en casa el pasado 30 de enero. Los bebés llegaron al Hospital del Vinalopó en una bolsa, tapados con una toalla y sin vida. La Fiscalía mantuvo ayer los cargos por asesinato, y será un jurado popular quien la juzgue, siempre y cuando los resultados del informe forense confirmen que los pequeños nacieron con vida, lo que aún se desconoce. Esta pericial es fundamental pues si se dictaminara que nacieron muertos -algo que los investigadores consideran poco probable-, obligaría a retirar la acusación, señalaron desde la Fiscalía. Esto es precisamente lo que pidió ayer el letrado de la acusada, José Antonio Mora: el sobreseimiento y archivo de la causa.

El abogado señaló a este diario que todo fue fruto de un accidente, pues la acusada «se puso de parto mientras estaba en el baño, se desmayó y cuando despertó estaba aturdida, salió (de allí), convaleciente y sin fuerzas por la pérdida de sangre, y su madre llamó a los servicios sanitarios» que, tras atenderla en casa, la estabilizaron y la trasladaron al centro sanitario. Hasta ese momento, ni la madre ni su hermana sabían que estaba embarazada. Su pareja -y padre de los bebés-, sí lo sabía. Que mi cliente no se lo hubiera dicho a su madre, no quiere decir que lo ocultara y lo llevara en secreto. Pasaban un momento de mala relación, pero su pareja sí conocía el embarazo y habían acordado seguir adelante», explicó el letrado.

Los investigadores rechazan esta versión en su atestado. Según trasladan en su informe, sospechan que antes de salir del baño y ser auxiliada por los servicios médicos, la acusada se duchó, limpió el aseo, metió a los pequeños en una bolsa y los tapó con una toalla, motivo por el cual ni sus familiares presentes en la casa ni los servicios sanitarios que acudieron a atenderla se dieron cuenta de que había dado a luz ni que los niños estaban allí. El letrado sostiene, en cambio, que la mujer no pudo pedir ayuda, ya que tras el parto «se desmayó y, cuando se despertó, los tocó y estaban fríos», por lo que los cubrió con una toalla. «Ella -continúa el letrado- llega al hospital consciente, aunque muy mareada por la pérdida de sangre y con la bolsa en la mano. No los soltó en ningún momento, quería llevarlos consigo», señaló.

La forma de actuar de la mujer, fuera de toda lógica, se debería a que «no está bien. Pediremos informes para demostrar que no es consciente de sus actos y que tiene un problema mental. Se ve a simple vista, cuando tratas con ella», señala. Sin embargo, hasta el momento, no se ha aportado ningún informe qué señale cualquier tipo de deficiencia que la haga inimputable. La Fiscalía pidió ayer estos informes, para valorar si existe alguna anomalía que afecte a su voluntad y desde la defensa también señalaron que presentarán sus propios informes al respecto.

«Está destrozada»

La mujer no intervino ayer durante la vista, tras su trasladado desde instituciones penitenciarias al juzgado. Quien sí pudo hablar con ella en los calabozos de la Ciudad de la Justicia fue su letrado, quien señaló que «está destrozada, muy afectada», ya que sostuvo que su intención no era hacerle daño a los pequeños.

«Le encantan los niños y se había imaginada cómo era ser madre. Tomó la decisión de seguir adelante con el embarazo cuando se enteró a finales del año pasado, junto a su pareja. Pero pensaba que estaba de cuatro o cinco meses», no en la recta final, añadió por último.