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Manuel Vilas: «El hecho de sentirse vivo es suficiente motivo para estar alegre»

Finalista en la última edición del Premio Planeta, visita mañana Elche para protagonizar una noche literaria y gastronómica junto a sus lectores

Manuel Vilas estará mañana con sus lectores en Elche. Toni Albir/efe

Llega a Elche para compartir mañana con los lectores su libro Alegría, con el que fue finalista en el Premio Planeta...

Es un libro que despierta toda mi literatura, está escrito para emocionar de una manera sencilla. Recuerdo que existe el sentimiento de alegría, que a veces se nos olvida. La alegría es fundamental, está relacionada con el hecho de sentirse vivo. Es un sentimiento humilde y primitivo. Despertarse por la mañana, moverse, ver que tenemos manos y ojos€ Es algo más biológico que la felicidad. Se basa en haber sido hijo, en el recuerdo de los padres, en las relaciones de pareja o en ver crecer a tus hijos mientras luchan con la vida.

¿Se puede decir que el libro es un toque de atención al lector?

Hay que volver a los sentimientos más sencillos y elementales, a esos tres amores que mencionaba antes de los padres, la pareja y los hijos. La llamada de atención al lector es para que busque en lo más sencillo y elemental de la naturaleza el sentido de la existencia. Vivimos en una selva con muchas pulsiones sociales, políticas, económicas y laborales, en las que el capitalismo está presente en todas partes.

Hablaba antes de una manera sencilla de emocionar...

Sí, pero en Alegría también hay mucha poesía, belleza o sociología española. Incluso narro un encuentro con Felipe González. Siempre me gusta hacer una exploración sobre qué es la vida colectiva. Hay una relación muy importante entre esta vida colectiva y la individual. En la novela también hay espacio para la depresión, que se manifiesta en forma de personaje negativo que recuerda que es una tarea difícil ser alegre en este mundo.

La velada que mañana protagonizará en Elche ha sido bautizada como «Cena con sabor a futuro», ¿está de acuerdo?

En los hijos jóvenes se ve el futuro, que se presenta como una incógnita tremenda. Los chavales de 20 años son los que van a estar en él. Cuando tengan 40 o 50 años serán los encargados de gobernar el mundo. Espero que les vaya bien. La vida es un misterio. Hoy en día, con todos los avances que nos ofrece la tecnología y las noticias extraordinarias que da la ciencia, tenemos la sensación de saber muchas cosas. Pero la vida sigue siendo un gran misterio para nosotros.

¿No sabemos qué es la vida?

Hay un predominio de los discursos científicos en los que se da la sensación de que todo está comprendido y es mentira. Soy amante de la ciencia, me parece maravillosa, aunque las verdades fundamentales siguen siendo un misterio. La literatura explica cosas que la ciencia no puede, por eso la gente sigue leyendo novelas. No sabemos qué es el amor y la muerte. Reivindico la literatura y no me gusta que se metan en el territorio del arte.

¿Cómo ve la realidad española en estos momentos?

Convulsa. Tampoco está ocurriendo nada que no pase a nivel global. Estoy en Italia ahora mismo [en el momento de la entrevista] y también es un país convulso. En Reino Unido está el Brexit, en Estados Unidos el impeachment a Trump y en Francia hay huelgas brutales. Cometemos un error si vemos España como un caso excepcional.

¿Cuál es su solución?

Subir el salario mínimo es importante aunque estamos todavía a 450 euros del de Francia. Cuando hay crecimiento económico, también lo hay cultural y social. La gente lee más libros, ve más películas y se siente libre. Mi visión de la política es desde el crecimiento económico. Hay que exigirle más a los políticos, son nuestros empleados, están a nuestro servicio. En España dedicamos demasiado tiempo a cosas que no son productivas.

En la última edición del Planeta logró un gran reconocimiento, ¿cuál es su visión sobre los galardones literarios?

Los veo como la política, en clave de utilidad. Sirven para que la obra de un escritor llegue a miles de lectores, ese es su fundamento. La literatura existe porque hay lectores. El reconocimiento lo veo en emocionar a la gente, ese es el mayor galardón al que puedo aspirar ahora mismo. El resto es contingente para mí.

Entonces, para usted el verdadero premio se lo da el lector...

El premio es la emoción, cuando alguien se te acerca con tu libro y te dice que le ha ayudado en su vida. Lo digo de verdad. Te pueden dar el Nobel pero cuando te sientes agradecido y útil es cuando leen tu libro, te dicen que les gusta y que se han emocionado. Si no pasa eso, no existimos.

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