El servicio de Radioterapia del Hospital General de Elche, que está externalizado, está comenzando a derivar a pacientes de Elche, Vega Baja y Elda, que hasta ahora eran tratados en este centro, al Hospital IMED de Elche aunque desde Sanidad señalaron que se remitirán también a otros centros «públicos y privados». La Conselleria quiere revertir el servicio, que hasta ahora está externalizado a través de una concesionaria, por lo que ha ordenado desinstalar uno de los dos aceleradores lineales que dan tratamiento con el fin de sustituirlo por otro de titularidad pública, que comenzará a funcionar en el mes de mayo, gracias a una donación de la Fundación Amancio Ortega.
El equipo dejó de funcionar a mediados de enero, por lo que el servicio tan solo cuenta con la mitad del equipamiento para atender a los casi mil pacientes al año que acuden a esta unidad, derivados desde los servicios de Oncología de la Vega Baja, Elche y Elda. Para evitar las listas de espera, prácticamente inexistentes hasta ahora « la máquina que hay actualmente incrementará su actividad y, la carga de trabajo que no sea capaz de absorber, se derivará», admiten desde Conselleria, con la molestia que supone para los pacientes tener que trasladarse a otras localidades.
Equipo
Desde el pasado 17 de enero el servicio de Radiología no ha incorporado a nuevos pacientes, según personal sanitario consultado por este diario, y con el equipo que queda operativo se está atendiendo a los usuarios que ya habían comenzado el tratamiento, que suelen estar entre tres y seis semanas, con consultas diarias. Esta es solo la primera parte de la reversión total del servicio, pues tal y como señalaron desde Conselleria, «este año se revertirá un equipo y se está trabajando para la reversión de un segundo sin tener una fecha prevista de conclusión», aunque fuentes consultadas por este diario señalaron que lo más probable es que sea una realidad a finales del próximo año. En estos momentos, está previsto que en mayo comience a trabajar la máquina donada por el dueño de Zara, Amancio Ortega, y cuando esté a pleno rendimiento, se empezará a planificar la reversión total, una vez que se restablezca por completo el servicio y se deje de derivar a pacientes a otros departamentos.
Lo que está en el aire es el futuro de los trabajadores, que llevan cerca de 13 años en el Hospital General, desde que entró en vigor el concurso por el que se adjudicó el servicio a una empresa externa. La plantilla teme que los despidan, en lugar de que, como ocurre normalmente con las reversiones, el hospital los incorpore a su plantilla, lo que supondría, según señalaron los afectados, «tirar a la basura la experiencia de un equipo profesional que serviría para implementar e instalar esta nueva máquina y hacer que el servicio no sufra ningún tipo de interrupción con el cambio de personal al pasar de privado a público». Los empleados temen perder su puesto, no solo cuando entre la maquina donada por Amancio Ortega, que al ser propiedad del hospital no podrá utilizarse por los empleados de la empresa, sino también cuando éste se revierta.
Despidos
Desde la Conselleria señalaron a este diario que «se desconoce si se despedirán o no los trabajadores de la empresa que actualmente presta el servicio. Lo que sí es cierto es que los equipos que instale la Conselleria necesitarán estar dotados de personal que será debidamente contratado y formado al efecto».
Las mismas fuentes señalaron que Sanidad no ha aprovechado la oportunidad de contar con la maquinaria donada por Amancio Ortega para ampliar el servicio de Radioterapia, aunque hay espacio suficiente en el Anexo II donde se encuentran las instalaciones. «En lugar de eso se ha optado por mandar a la chatarrería una máquina que es completamente funcional», explicaron por último los trabajadores afectados.
