El exportavoz de Ciudadanos, Eduardo García-Ontiveros, ha roto hoy su silencio tras su expulsión de la formación naranja y ha comparecido públicamente para explicar cómo ha pasado de ser el cabeza de lista del partido a acabar fuera en apenas siete meses. Seguirá en el Ayuntamiento como concejal no adscrito y se ha negado a que lo llamen tránsfuga como pidió su formación. "Quien me llame tránsfuga no tiene ni idea. No lo soy porque no me he ido, me han tirado y porque no he votado en contra de mi partido. Quien diga eso es un chorlito", ha señalado.

García-Ontiveros se queda, ha dicho, "porque conmigo han realizado una injusticia" y por ello ha puesto en manos de los juzgados el expediente disciplinario que le abrieron por contratar a la asesora del grupo muncipal, Irene Ripoll. Un expediente que "ha vulnerado mis derechos", ha denunciado.

Ha dicho que pedido "amparo judicial" y que si se va y le dan la razón la reparación del daño no sería total. Sobre la posibilidad de que pueda acabar siendo readmitido en Cs si la justicia le da la razón, ha apuntado a que es factible, pero no ha aclarado si estaría dispuesto a volver al partido que le ha echado. Solo ha señalado que "seguirá defendiendo los principios de Ciudadanos".

Asimismo, ha pedido disculpas por la imagen "lamentable" que está dando el partido y la "esperpéntica situación" que está sufriendo.

También ha reivindicado su gestión a la hora de designar a la asesora. Ha asegurado haber recibido el visto bueno de Acción Institucional de Cs de forma presencial y documental para la contratación y que días más tarde se la echaron para atrás porque la concejal Eva Crisol manifestó su desacuerdo. "Este proceso lo inicia la otra edil de Elche", ha señalado, además de apuntar a que "no acuso, solo expongo hechos". También ha advertido que su excompañera "podría haber parado el expediente y haber frenado el circo".

Ha defendido la designación que realizó de la funcionaria de confianza en base al curriculum y ha dicho que a quien propuso Crisol no tenía el bachillerato, lo que, según García-Ontiveros, incumplía los estatutos que pedían una formación de C1. "No vine aquí para hacer lo mismo que otros partidos que hacen la vista gorda con el personal de confianza, yo vine para hacer otra cosa en un partido que ha enarbolado el principio de capacidad".

El exlíder de Cs también ha criticado haber sido ninguneado desde la campaña electoral por una parte del partido y haber sufrido presiones. "Rechacé encabezar la candidatura en un principio y después acepté comprometido a reforzar un partido que tuvo un final turbulento", ha señalado. Ha lamentado que le impusieran la lista electoral, que fue nombrado a menos de un mes de la cita con las urnas y que cuando llegó ni siquiera había programa electoral.

García-Ontiveros ha hecho alusión a la marcha del anterior portavoz de Cs y de su adjunto, David Caballero y Juan Antonio Sempere, y ha dicho que en ese conflicto y en el suyo hay un "denominador común": Eva Crisol, además de referirse a que hay más gente detrás, pero reservándose dar nombres. Con su excompañera de filas asegura que su relación es de "hola y adiós".