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Usuarios del Cementerio Viejo de Elche lamentan robos en los nichos y piden más vigilancia

Los ladrones se llevan crucifijos, portafotos, jarrones y hasta las escaleras del personal, que contienen metal, con la idea de venderlo como chatarra

Usuarios del Cementerio Viejo de Elche lamentan robos en los nichos y piden más vigilancia

Crucifijos, portafotos, jarrones o las ventanas de un panteón familiar. Son algunos de los objetos que están desapareciendo del Cementerio Viejocomo consecuencia del pillaje. La situación no es nueva en el camposanto, pero sí que ha ido a más estos meses, confirman desde el Ayuntamiento. Lo que se está robando carece de un precio alto, pero sí que tiene un valor sentimental que acaba disgustando a las familias de los difuntos y generando más daño emocional que otra cosa, además de aumentar la sensación de inseguridad en la zona.

«Se llevan hasta las escaleras», lamentan trabajadores municipales, quienes indican que este material y todo lo que se están llevando puede acabar vendiéndose como chatarra, por el metal que contienen.

«Incluso hasta las flores de plástico desaparecen», indican usuarios del recinto. Unos saqueos que apuntan más bien a que son fruto de gamberradas que en muchos casos no tienen suficiente entidad como para ser denunciados a la Policía.

Lamentan en el cementerio que se están encontrando en él con las cerraduras de los nichos forzadas o directamente cristales rotos para acceder a objetos decorativos o recuerdos depositados por los familiares.

El recinto está abierto hasta las siete de la tarde y allí puede entrar libremente todo aquel que se precie y aprovechar para robar en horas en las que no hay afluencia de gente o cuando cae la noche sin levantar sospecha. Los pequeños objetos pasan inadvertidos si los sacan por alguna de las tres puertas que tiene el recinto, pero las escaleras, que hay al alcance de cualquiera, temen que las estén extrayendo de las instalaciones tirándolas por los muros.

De hecho, y consciente del problema, desde la Concejalía de Cementerios, dirigida por Héctor Díez, aseguran haber tenido que recurrir a comprar escaleras más pesadas para evitar que puedan ser robadas a la ligera.

Ante la preocupación por estos saqueos, el Ayuntamiento ha dado el aviso a la Policía Local siempre que se detectan los robos y esporádicamente hay patrullas que vigilan la zona.

Sin embargo, las batidas puntuales no son suficientes para disuadir a los que están al acecho, porque se siguen produciendo robos. Los afectados que han sufrido estos días saqueos como el de las ventanas de un panteón familiar reclaman más presencia policial o vigilantes de guardia para poner freno a estos actos vandálicos y para tener también una mayor tranquilidad cuando visitan a sus difuntos.

Medidas

Ante esas dificultades, una de las medidas que baraja la Concejalía de Cementerios es aumentar la iluminación en las calles centrales de las instalaciones, con farolas solares, para evitar que con la oscuridad se produzcan esos robos que inquietan últimamente en el camposanto.

El Ayuntamiento ha destinado en los últimos años fondos para mejorar el recinto, concretamente para recuperar nichos abandonados y en estado de ruina, algunos de más de 180 años. Una de las razones de fondo que incluye este plan es tratar de recuperar espacios para la sepultura ante la inexistencia de plazas libres en el camposanto. En los tres últimos ejercicios se han recuperado 200 unidades.

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