Los comerciantes del centro de Elche se mueven con el ánimo de levantar las ventas de los negocios ubicados en pleno corazón de la ciudad. Tanto es así que durante los últimos meses los propietarios de establecimientos ubicados en el casco histórico han optado por hacer piña en una de las calles peatonales que mejor resultado está dando en la actualidad, teniendo en cuenta la crisis por la que atraviesa este sector de la ciudad. El lugar escogido para probar suerte por aquellos que antes estaban en otras vías es la calle Hospital, que hay quien se atreve a bautizar como «la nueva milla de oro comercial del centro histórico».
Si hace unos años era la Corredora la calle estrella para instalar un comercio, después cogieron este testigo otras, como las calles Obispo Tormo o Carrer Ample donde era complicado encontrar un local disponible. Sin embargo, durante los últimos meses han sido varios los propietarios de establecimientos que viendo como en estas calles las cajas cerraban vacías, han optado por moverse, aunque en algunos casos hayan sido pocos metros, para ubicarse una zona que en la actualidad cuenta con mejor ambiente comercial.
Uno de los últimos establecimientos en aterrizar en la calle Hospital ha sido el de Kamome, un cadena ilicitana especializada en moda y calzado. Una de sus responsables, Esther Montero, explica que «después de estar 25 años en el Carrer Ample, donde hace un año llegamos a hacer una inversión importante, tomamos la decisión de trasladar esta tienda a la calle Hospital, ya que vemos que se ha quedado una zona muy comercial, y es la que más utilizan los vecinos para moverse por el centro». Esther Montero reconoce que «en el Carrer Ample cada vez teníamos menos ventas, y adoptamos la decisión de trasladarnos a Hospital para seguir teniendo presencia en la zona centro. Nosotros, aunque tengamos establecimientos en otras ciudades que funcionan mejor, somos de aquí y no queremos abandonar nuestra ciudad».
Ejemplos
El caso de Kamome no es único, ya que son varios los establecimientos que han dejado locales en otras zonas del casco histórico para implantarse en la calle Hospital o que tratan de mantenerlos mientras ponen en marcha nuevas tiendas en esta vía. Los que dieron el paso hace más tiempo destacan que aquí las ventas han aumentado.
Otro establecimiento que ha apostado por la calle Hospital pese a tener tienda en Obispo Tormo es Trócola. Aquí, su dependienta, Manoli Martínez, explica que «de un tiempo a esta parte en Hospital hay mucho tráfico de personas. La gente prefiere moverse por calles con comercios, ya que resultan mucho más agradables y esto, al final, es bueno para los establecimientos».
De hecho, si hace unos meses había varios locales disponibles en la calle Hospital, en la actualidad solo queda uno, que da a dos calles, por el que se piden unos 1.500 euros de alquiler al mes.
De esta forma, la calle Hospital presenta en la actualidad el mejor ambiente comercial, según los comerciantes, frente a otras calles que no dejan de anotar cierres de establecimientos, como es el caso de Obispo Tormo y Carrer Ample. En este sentido, llama la atención que en poco más de un año el Carrer Ample haya pasado de tener todos sus locales comerciales ocupados a contar ahora con cinco cerrados. En Obispo Tormo hay seis con la persiana bajada, mientras que en la Corredora hay cerrados un total de once locales comerciales. Una situación que se repite en otras zonas del centro, como, por ejemplo, la plaza de la Merced.
Tácticas para sobrevivir en tiempos difíciles
La Asociación de Comerciantes del Centro de Elche considera que los movimientos de tiendas que pasan de una calle a otra muy próxima, como está sucediendo con los que prueban suerte en la calle Hospital, se debe a lo que se puede entender como una táctica de supervivencia. El presidente del colectivo, Jaime Javaloyes, apunta a que «en esta calle se ha creado un buen ambiente comercial y a la gente le gusta pasar por ella, hay mucha más alegría que por otras que al tener muchos locales cerrados se han quedado más tristes y oscuras».
De esta forma, el sector está expectante con lo que pueda pasar en la Corredora, si finalmente se lleva a cabo el proyecto de peatonalización, que, según los expertos, puede suponer un impulso para la reactivación del comercio. El objetivo del Ayuntamiento es que las obras en la Corredora arranquen cuando acaben las próximas fiestas patronales de agosto.
