A vueltas con el legado de Andreu Castillejos. El pasado 11 de diciembre se cumplieron seis años del fallecimiento del pintor y fotógrafo ilicitano y el Ayuntamiento y su familia no han llegado a un acuerdo por la obra del artista, que, de momento, sigue amontonada en malas condiciones de conservación en el domicilio de su viuda, Juana Castillo. Pinturas, fotografías, dibujos, diapositivas y demás material que dejó Castillejos, mucho de él inédito, permanece acumulado en una par de habitaciones de la vivienda y la viuda asegura que no puede garantizar su conservación durante mucho más tiempo, por lo que espera llegar en breve a un acuerdo con el Consistorio.
El malestar en la familia del artista es grande y focalizan su crítica en la figura del alcalde, un Carlos González que rehúye cualquier tipo de polémica con «una figura que despierta cariño, afecto y respeto». Según Castillo, son numerosas las ocasiones en las que se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento para que el patrimonio de Castillejos tenga la consideración que le corresponde y que, en todas esas conversaciones, le han ido dando largas por respuesta. «Fue una persona muy generosa e hizo mucho para que los dos patrimonios de Elche fueran reconocidos por la Unesco. No merece este trato», sentencia su viuda.
Desde su familia creen que el legado debe estar expuesto en alguna de las salas culturales de la ciudad en una muestra permanente y no amontonado en cajas y estanterías sin ningún tipo de cuidado, con el grave riesgo de deterioro que ello conlleva. «Tengo miedo de que todo se eche a perder, desde sus libros hasta las diapositivas de los viajes que realizó por todo el mundo», apunta. «Él disfrutaba cuando los ilicitanos contemplaban su obra y no le gustaría que esté encerrada entre cuatro paredes», añade.
Fotógrafo, cartelista y muralista, en la familia de Castillejos lamentan que desde su fallecimiento apenas se le han hecho algunas exposiciones como homenaje. Su viuda señala que siempre que se ha puesto en contacto con González, el alcalde le asegura que recibirá una llamada desde la Concejalía de Cultura para hacerse cargo del legado, una llamada que nunca se produce. «El responsable es el alcalde porque es el que ha hablado siempre con nosotros y no nos ha concertado una cita con Cultura ni nos ha facilitado nada. Estamos cansados de promesas y el legado se está echando a perder», apostilla Castillo.
En el Ayuntamiento ofrecen una versión y un tomo muy diferentes, con un discurso conciliador y encaminado a resolver el tema. En primer lugar, aseguran que la viuda de Castillo se puso en contacto con el Consistorio para llegar a un acuerdo sobre el legado a finales del pasado año, momento en el que la emplazaron a que entren en vigor los presupuestos de este 2020, con su correspondiente partida para la adquisición de obras de arte.
«Tenemos interés en el legado y los técnicos de Cultura harán una tasación en breve. Conservaremos y pondremos en valor la obra para que la disfruten todos los ilicitanos», zanja el alcalde.
La inauguración de la calle, otra fuente de malestar y discordia
Hace un par de años que el Ayuntamiento decidió cambiar el nombre de la calle José María Pemán por el de Andreu Castillejos. Este hecho también ha sido fuente de malestar en la familia del artista y ha generado otro episodio de discordia. Según su entorno familiar, el motivo de ello es que se les prometió un acto de homenaje para inaugurar la nueva denominación de la vía y, finalmente, el Consistorio se ha limitado a hacer un simple cambio de placas.
En este caso, el Ayuntamiento da la razón a la familia y asegura que el homenaje no se ha hecho porque la calle necesita un plan de mejora de urbanización y acondicionamiento, proyecto que se espera llevar a cabo este año, junto al acto en honor del artista.
