La Universidad CEU Cardenal Herrera de Elche inauguró el presente curso académico con más de 300 nuevos alumnos. Una cuarta parte de los estudiantes de su campus son extranjeros, en su mayoría procedentes de Francia. Los jóvenes galos llegan hasta territorio ilicitano atraídos por la oferta académica que los ofrece el CEU y, entre los alumnos del país vecino, resulta especialmente atractiva la posibilidad de estudiar Fisioterapia en la ciudad de las palmeras, hasta el punto de que, entre los cuatro cursos de esta modalidad, hay cerca de tres centenares de franceses matriculados este año.

Cuatro de los 300 galos que estudian Fisioterapia en el CEU cuentan su experiencia en Elche, tanto en las clases como fuera de las aulas, donde desarrollan una intensa vida cultural y social. Estos jóvenes también explican los motivos que les trajeron desde Francia hasta la ciudad ilicitana. Este es el caso de Malena Rodríguez, la más pequeña de los cuatro, una parisina de 17 años con familia española que vive sus primeros meses en la universidad. «Para estudiar Fisioterapia en Francia necesitas entre 6 y 8 años mientras que en España hacen falta solo cuatro. No quería perder ese tiempo», cuanta la joven, que también valora la calidad de vida que le ofrece Elche y la cercanía del mar. «Fuera de las clases, somos una piña, nos ayudamos mucho. Y vamos a la playa siempre que podemos», añade.

Mathieu Gayral tiene más experiencia en España, a sus 22 años estudia tercero de Fisioterapia. Tuvo la opción de elegir entre el CEU de València y el de Elche y se decantó por el centro ilicitano por recomendación de un amigo, al margen de por tener familia en San Vicente del Raspeig. Destaca la proximidad que le han ofrecido los profesores, algo en lo que coincide con sus paisanos franceses.

Deporte y ocio nocturno

Residente en la zona del Corazón de Jesús, Gayral asegura que el deporte es la principal actividad que reúne fuera de las aulas a los galos que estudian en el CEU. En su caso, la disciplina que más práctica es el ciclismo. El joven también señala la Glorieta como el principal punto de encuentro de la ciudad a la hora de salir de ocio nocturno y al pub De la Ville como uno de los más frecuentados. Las visitas turísticas a otras localidades, como Alicante, Benidorm o València también son habituales entre los franceses que estudian en Elche.

La misma edad que Gayral tiene Antonin Bernabe, que llegó a Elche desde la localidad de Macon, al norte de Lyon. La propuesta le llegó a través de una chica de su ciudad que ya concluyó sus estudios de Fisioterapia en la universidad ilicitana. Al no contar con un nivel elevado de español le recomendaron que estudiara en una ciudad más pequeña que València. El deporte es su pasión fuera de las aulas y juega a voleibol en el equipo de la UA. «Los fines de semana intento viajar por España y, cuando acabé el grado, me quedaré aquí un par de años más como mínimo. Estoy muy a gusto», afirma.

El más veterano de los cuatro es Thomas Bernard, que a sus 23 años estudia el último curso de Fisioterapia en Elche, a donde llegó procedente de Alenzón. «Hice dos años de clases preparatorias para estudiar Kinesiología en Francia y un amigo me recomendó el CEU», apunta el joven, que, al igual que sus compañeros, elogia el trato de los profesores aunque echa de menos más variedad en las prácticas. «A todos los sitios que voy me encuentro con franceses», finaliza.