El portavoz de Ciudadanos (Cs), Eduardo García-Ontiveros, volvió ayer de vacaciones sin tener todavía una resolución oficial de su expulsión de la formación naranja. Veinte días después de que el partido le notificara que desestimaba sus alegaciones contra el expediente sancionador, el número uno de Cs regresó a su despacho sin querer realizar declaraciones sobre su situación.
Emplazó a esta semana a los medios para realizar una comparecencia, aunque sin definir el día, y sin querer hacer ningún movimiento hasta que el alcalde, Carlos González, le comunique oficialmente que tiene que dejar de ser el portavoz de la formación.
En el entorno de la concejal Eva Crisol confían en que será de aquí al viernes cuando el primer edil pueda recibir el aviso oficial de Ciudadanos para echar definitivamente a García-Ontiveros. Una notificación que se esperaba que se produjera la pasada semana, tras asegurar la Secretaría de Acción Institucional que darían el aviso al alcalde «en cuestión de días». Una vez ratificada la expulsión del cabeza de lista, en su lugar acabaría la número dos, quien ya pidió al regidor socialista que la pusiera de portavoz nada más conocerse que la formación naranja abría la puerta a su compañero de filas.
La edil tampoco quiso hacer declaraciones ayer y optó por guardar silencio hasta que todo se haga oficial. Sin embargo, este diario sí que pudo saber que Eva Crisol y Eduardo García-Ontiveros se volvieron a ver las caras en el despacho municipal tras la decisión del partido de echar al número uno propiciada por la falta de acuerdo entre ambos para nombrar a la asesora del grupo. La conversación no fue apacible dada la incertidumbre y la disputa generada en Elche.
Mientras tanto, con esa calma tensa el líder del grupo municipal seguirá ejerciendo sus funciones como portavoz tras haber recibido hasta el momento solo un correo electrónico del partido en el que le pedían dejar el acta, pero de forma anónima. Algo que no tiene validez legal para García-Ontiveros, quien a priori tampoco tiene intenciones de dejar su sillón de edil una vez el partido haga oficial su salida de Cs. Desde el entorno del número 1 ya advirtieron nada más conocerse la desestimación a sus alegaciones que pretendía continuar como concejal no adscrito y que pelearía fuera para defender su situación.
El nombramiento de la número 3 de la lista, Irene Ripoll, como asesora del grupo municipal en verano, ha sido el detonante de la última polémica en la formación local que le ha servido a Cs para querer tirar a su cara visible en Elche. La formación abrió un expediente a García-Ontiveros por «desobediencia», al no avalar Acción Institucional la elección de la funcionaria de empleo ni estar Eva Crisol de acuerdo, quien quiso confiar el cargo de asesora a Mari Paz Gallud.
