El aumento de personas mayores que viven solas ha tenido un reflejo en los últimos años en las intervenciones de los bomberos de Elche relacionadas con aperturas de viviendas, debido a caídas de personas que no pueden abrir la puerta al quedar inmovilizadas e incluso de personas fallecidas, al ser avisados por vecinos de que llevan varios días sin salir o saber algo de ellos. Así lo aseguró el jefe del Parque Comarcal de Bomberos de Elche, Alberto Martín, quien aseguró que si bien este incremento no ha sido significativo con respecto al año anterior, la cifra de atenciones sí demuestra una tendencia que va subiendo desde hace, aproximadamente, una década.
A falta de concretar las cifras con las estadísticas de los últimos días del año, el pasado 2019 el parque ilicitano, incluido el subparque de Crevillent, realizó más de 1.800 salidas, lo que lo sitúa como la unidad que más trabajo asumió de todo el Consorcio Provincial-Alicante capital tiene su propia unidad de bomberos-. «La gran población que ocupa el área operativa de Elche, Crevillent y Santa Pola, y la gran extensión del territorio» están detrás de estos datos, que convierten al parque ilicitano como al segundo en tamaño, solo por detrás del de San Vicente, donde se encuentra toda el área administrativa del Consorcio y las bases de los equipos de rescate aéreos. Del total de atenciones realizadas, «del 70 al 80% pertenecen a actuaciones realizadas en el núcleo urbano», explica Martín. Es aquí donde se engloban las aperturas de viviendas ya mencionadas, pero también otras muchas actuaciones que en el último año también han ido al alza, como pueden ser los rescates relacionados con animales, debido a la sensibilización de la sociedad con el cuidado de mascotas.
Alberto Martín describe 2019 como un año «inusual a nivel de actividad, pues hemos tenido la DANA de septiembre que disparó el número de salidas, muchas de ellas sin contabilizar porque íbamos de un lado a otro», señala. También porque «tuvimos dos incendios industriales fuera de lo común, uno en una fábrica en Crevillent y otro de un almacén de ropa ilegal frente al Aeropuerto, que nos obligó a trabajar cerca de una semana en cada caso para extinguirlos», añade.
De hecho, los incendios por actividades industriales representan cerca de un 8% del total, mientras que los relacionados con la extinción de incendios vegetales rondan el 30%, como en años anteriores. Lo que sí ha descendido ligeramente es el número de actuaciones relacionadas con accidentes de tráfico, siguiendo la tendencia general a nivel estatal, donde los siniestros graves se han reducido.
Estas cifras suponen que el parque ilicitano realiza una media de más de seis salidas al día, que son atendidas por la veintena de bomberos de cada uno de los cinco turnos que operan en las instalaciones de Elche y Crevillent.
Los Bomberos registraron 170 casos de incidentes en zonas de difícil acceso debido, sobre todo, al auge de deportes de montaña
Más de 250 horas de vuelo del helicóptero de salvamento
Son cada vez más frecuentes, sobre todo en lo que respecta a deportes de montaña. Los rescates en helicóptero coordinados por el parque ilicitano superó las 250 horas de vuelo, según el jefe de grupo comarcal del Baix Vinalopó, Alberto Martín.
El parque ilicitano realizó 170 salidas de este tipo, relacionadas con rescates directos y reconocimiento del terreno para ayudar a los servicios de emergencias inspeccionar la zona y acceder hasta el lugar de los siniestros. Las actividades deportivas al aire libre, sobre todo en las zonas de montaña, que se han popularizado en los últimos años están detrás de estos datos. «La prevención es la mejor forma de atención» ante cualquier incidente, señala Martín, por lo que insta a tomar precauciones a la hora de realizar este tipo de salidas.
Detector de humos
Sin embargo, esa necesidad de tener un papel activo en la seguridad también se traslada a los hogares, pues Alberto Martín asegura que el número de siniestros con víctimas se podría reducir a la mitad en los hogares si simplemente se instalara un detector de humos en las viviendas, que sirviera para avisar en caso de incendio fortuito por un cortocircuito, problemas eléctricos o, muy común en el invierno, fallos en el sistema de ventilación.
«La gente no lo conoce, pero un detector de humos cuesta muy pocos euros y puede suponer un gran salvavidas», señala. El envejecimiento del parque de viviendas y la falta de mantenimiento en el tendido eléctrico están detrás de este tipo de incidentes, por lo que se recomienda revisar o renovar la red en los casos en los que esté defectuosa, para evitar este tipo de incidentes, así como realizar las revisiones en los sistemas de calefacción para garantizar su funcionamiento.
