Acaba 2019 sin que se haya investido un nuevo Gobierno. Llevamos desde abril con un Gobierno en funciones. Ocho meses al «ralentí». La jugada maestra de repetir las elecciones generales, para mejorar resultados, mejor no recordarla. Hay que tener cuidado con algunos cantos de sirena que, en muchos casos, pueden llevarte al fondo del mar por creerte falsas ilusiones.

Algo parecido puede que haya pasado con la decisión, en contra de lo prometido, de no sólo no subir las pensiones en un 0,90% sino que, encima, tampoco hacerlo en el 0,25% que estaba previsto al entrar en vigor, de nuevo, la normativa que aprobó Rajoy. El argumento es que, una vez constituido el nuevo Gobierno, se aplicará con efectos retroactivos al 1-1-20 y así se evita una subida inicial de ese 0,25%, para después hacerlo con un 0,65% más para completar el 0,90% previsto. Puede estar bien pensado, pero no es nada práctico ni políticamente admisible. Demasiada incertidumbre tienen los pensionistas para que, encima, les hagan esto. Aunque todo apunta, estos días, a que está cercano el pacto con ERC para posibilitar la investidura, ¿qué pasaría si se retrasara de nuevo?. ¿Por qué tienen los pensionistas que verse afectados, también, por estas cuestiones de la negociación partidista?.

Además, con esta decisión, que se suma a la no subida, también prometida, del SMI así como a los funcionarios, Pedro Sánchez crea frustración y, de ella, se aprovecha hasta el Partido Popular que, por boca de Pablo Casado, ya ha anunciado su intención de recurrirla al Tribunal Constitucional en «defensa de los pensionistas». O sea, el partido que, durante cinco años ha subido las pensiones un 0,25% y se ha cargado la hucha de las pensiones, que tenían 66.815 millones de euros en 2011 y 8.095 en 2017 todavía con Rajoy al frente, aparece ahora como salvador de los pensionistas. Sálvennos de estos salvadores.

Con la no subida prometida y la congelación de la aplicación del 0,25%, esto es lo que está pasando. Un error, otro, de planteamiento de Pedro Sánchez. Tal vez debiera pensar en jubilar a alguno de sus asesores porque, a veces, con amigos así no hacen falta enemigos.

Algo que, cada vez más, es evidente es el hecho de que las pensiones hay que sacarlas del debate partidista. Deben tener su derecho a ser actualizadas, como mínimo, con el IPC y ese derecho debe estar blindado en la Constitución, así como ejercer políticas para mejorar las más bajas y garantizar la sostenibilidad del sistema con una mejora en sus ingresos.

En todo caso lo que sí es evidente es la urgencia de constituir nuevo Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, con apoyos externos como así se está negociando, y ante el bloqueo por parte de PP y Ciudadanos, que tanto dicen defender a España que prefieren tenerla bloqueada, si no son ellos los que mandan. Y es que hay amores que matan.

Y el problema no es sólo la investidura del nuevo Gobierno. Hay que asegurar la gobernabilidad. Es una vergüenza que aún estemos con los Presupuestos que hizo Montoro en 2018. Urge otro modelo que atienda a las reformas necesarias en España: Un nuevo sistema de financiación autonómica; otro modelo de relaciones laborales; mejores políticas en Dependencia, sostenibilidad ambiental, feminismo, juventud, etc. Y es posible y necesario hacerlo.

Y un nuevo Gobierno que se acuerde de Elx para hacer cosas, no sólo para prometerlas. Necesitamos que se invierta más en el municipio. Con ello se crearán infraestructuras y, lo más importante, empleo. La línea de cercanías Alacant-Elx-Murcia sigue en un sospechoso limbo. De la conexión con el aeropuerto nada hay concreto, ni de la supresión del paso a nivel en Torrellano o la creación de una estación en el Parque Empresarial. El famoso Corredor Mediterráneo está parado, nunca mejor dicho. Ni siquiera se sabe nada del AVE que debía pasar por aquí. El ministro Ábalos lo prometió, en 2018, para antes del verano pasado y el alcalde declaró que, «con ello se acababa la incertidumbre con este tema», pues menos mal. En la Ronda Sur hace más de cinco años que no se ha avanzado un solo metro. Tampoco se acometen mejoras de seguridad vial suficientes en la autovía Alicante-Murcia. Etc. Etc.

Es mucho lo que está pendiente de hacer. Hay que ponerse a trabajar de inmediato. Y sería bueno que todos los partidos antepusieran el interés general a los suyos propios y colaboraran con la gobernabilidad, con la crítica constructiva correspondiente, al único Gobierno que las urnas han posibilitado ejercer, con las coaliciones y apoyos necesarios y legítimos para llevarlo adelante.